Aunque el suministro de gas argelino a España está garantizado, no es una buena noticia que las relaciones entre los dos países magrebíes, Argelia y Marruecos, no hayan llegado a buen puerto. A partir del 31 de octubre, Argelia cerrará el grifo del gasoducto que pasa por territorio alauí hasta llegar a las costas españolas, según acaba de publicar el periódico económico francés Les Echos.
No ha sido posible la reconciliación pese a la visita del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el presidente de Enagas, Antonio Llardén, y Antoni Basolas, director general para el Magreb de Naturgy, a la capital argelina.
A su vez, en esa misma fecha, Naturgy, hasta ahora encargada de la operación y mantenimiento (O&M) de ese tubo, devolverá la gestión al gobierno marroquí.
Con esta situación, el gas argelino llegará solo por Medgaz, el gasoducto que sale directamente de su país de origen hasta la costa de Cádiz. Por el momento, su capacidad es de 8 bcm pero se prevé ampliar hasta los 10 bcm a finales de año. Junto con el gasoducto del Magreb, todos estos años sumaban 11 bcm.
"Lo que falte podría llegar en barco, por GNL", explican fuentes del sector gasista. El problema no es si hay problemas de suministro, sino las consecuencias geopolíticas que podría tener.
"Marruecos se quedará sí o sí sin gas para sus centrales de ciclo combinado y sus fábricas, y tampoco llegará el gas a Portugal, pues era el gasoducto del Magreb el que le conectaba con Argelia".
No hay duda de que no es la mejor noticia en un contexto de precios de gas disparados por las tensiones internacionales de Rusia, China y EEUU.