El precio de los carburantes frena su escalada por primera vez desde septiembre
Se mantiene cerca del máximo histórico de 1,522 euros que tocó este combustible en septiembre de 2012.
25 noviembre, 2021 15:28Noticias relacionadas
El precio de los carburantes ha frenado su escalada esta semana y, aunque de forma moderada, ha bajado por primera vez desde septiembre, tras encadenar once subidas consecutivas y acercarse a sus máximos históricos.
En concreto, el precio medio de la gasolina se ha mantenido prácticamente estable a pesar de haber descendido esta semana hasta los 1,512 euros el litro (-0,06%), por lo que se mantiene cerca del máximo histórico de 1,522 euros que tocó este combustible en septiembre de 2012, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press.
Por su parte, el precio medio del litro de gasóleo se ha situado esta semana en los 1,38 euros, lo que supone un descenso del 0,36% respecto a su marca anterior.
Con el precio actual de los carburantes, el llenado del depósito esta semana es un 30,7% más caro que hace un año para el caso de la gasolina y un 33,7% superior en el caso del gasóleo.
Llenar el depósito
Así, llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta ahora 83,16 euros, casi 20 euros más que hace un año, mientras que en el caso de repostar con gasóleo asciende a 75,9 euros, unos 19 euros más que en la misma semana de noviembre de 2020.
Antes de la pasada Semana Santa, ambos carburantes ya recuperaron los niveles preCovid. En lo que va de año, el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido un 27,62%, mientras que el del gasóleo remonta un 29,1%.
A pesar de estos niveles, el precio de la gasolina sin plomo de 95 está en España por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 1,653 euros el litro, y de la zona euro, con un precio medio de 1,715 euros. En el caso del diésel ocurre algo similar, ya que el precio en la UE es de 1,502 y de 1,53 en la zona euro.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.