Ni carbón ni nuclear, el objetivo son las renovables. El nuevo gobierno alemán, formado por socialdemócratas (SPD), Los Verdes y el liberal FDP, tiene claro que su objetivo climático será ambicioso y rápido. El tripartito ya ha acordado formalmente aumentar los esfuerzos para acelerar la eliminación del carbón en Alemania hasta 2030, al tiempo que aumentan masivamente la cuota de energías renovables hasta el 80% en el mismo plazo.

También mantiene el cierre previsto para la energía nuclear para finales de 2022. Además, el gobierno entrante bajo el liderazgo del socialdemócrata Olaf Scholz también se ha comprometido a que al menos el 50% de la calefacción sea neutra desde el punto de vista climático para 2030. Con el anterior gobierno alemán, la fecha de salida del carbón se fijó en 2038. 

Durante la rueda de prensa sobre el acuerdo de la coalición, la líder del Partido Verde, Analena Baerbock, declaró que "este acuerdo ha allanado el camino hacia la neutralidad climática. La protección del clima será una cuestión transversal en todos los ámbitos: desde el transporte a la industria, la construcción y la vivienda a la agricultura, pero también la colaboración internacional y la política de seguridad". 

Para alinear los objetivos económicos y climáticos, los partidos de la coalición planean crear un nuevo Ministerio de Economía, Energía, Protección del Clima y Transformación, que fusionará las competencias de los departamentos de energía, industria y clima.

Y serán Los Verdes los encargados de liderar este "superministerio", responsable de las energías renovables, el sector eléctrico, las redes energéticas y la ley federal de acción climática. 

Influencia en la UE

Según el Centre for European Reform, el acuerdo de la coalición alemana contiene unos compromisos sobre política de seguridad, ambición ambiental, rigor en las relaciones climáticas con China y una política fiscal verde más agresiva, que no solo afectarán al país sino que influirá en la política europea.

Pero ¿en qué ámbitos puede ser determinante la orientación política del nuevo tripartito? Por ejemplo, en el polémico mercado de derechos de emisión de CO2 europeo, el ETS EU. Hace unos días el gobierno alemán anunciaba que iba a impulsar un precio mínimo de CO2 en toda la UE, lo que provocó nuevos récords, superando por primera vez los 75 euros/Tn de CO2, una cota que no se esperaba alcanzar tan pronto.

Otro de los asuntos espinosos es el impuesto transfronterizo del CO2, conocido como Mecanismo de Ajuste en Fronteras al Carbono (CBAM).

Por eso, prevén iniciar (junto con socios europeos e internacionales) un Club Climático internacional con un precio mínimo uniforme de CO2 y un ajuste de frontera de carbono común. Es decir, empujar a que más países presionen a los estados contaminantes a pagar una tasa por sus emisiones. 

Y por último, tienen una posición respecto al polémico gasoducto NordStream 2. Y aunque no se menciona o la dependencia alemana de la energía fósil rusa, el nuevo gobierno quiere cooperar con Rusia con el desarrollo del hidrógeno y la protección del clima. También, quiere apoyar a Ucrania y fortalecer la asociación energética de los dos países, en particular en la producción de hidrógeno verde y energías renovables.

Medidas nacionales

Ya en clave nacional, el acuerdo incluye la expansión de energías renovables, con un aumento de la cuota en el consumo de electricidad hasta el 80% en 2030. Para ello, quieren impulsar la agilización de los procedimientos de planificación y aprobación y haciendo que los paneles solares sean obligatorios para los nuevos edificios comerciales y recomendados para los privados.

Además, el 2% de la superficie del Estado se destinará a la expansión de la energía eólica terrestre, lo que podría provocar enfrentamientos con movimientos sociales locales que están en contra de la instalación de esta tecnología cerca de sus casas. 

Otro de los aspectos que van a potenciar es la energía eólica marina. Su objetivo es que aumente hasta al menos 30 GW en 2030, 40 GW en 2035 y 70 GW en 2045.

En cuanto a la nuclear, se mantiene el acuerdo para el cierre programado para finales de 2022, y que la energía nuclear pague sus propios costes. La búsqueda de un emplazamiento para un depósito definitivo de residuos radiactivos de alto nivel “debe continuar de acuerdo con los principios establecidos por la ley: basados en la ciencia, participativos, transparentes, de autocuestionamiento y de aprendizaje”.

En el caso de los sistemas de calefacción, para 2030, el 50% de la calefacción se generará de forma neutra para el clima y los nuevos edificios se ajustarán a partir de 2025 para excluir, de facto, cualquier sistema de calefacción con combustibles fósiles, cumpliendo las normas más estrictas de eficiencia energética. A partir de 2025, cualquier sistema de calefacción nuevo tiene que poder funcionar con una capacidad de al menos el 65% de energía renovable.



Por último, en el sector de la movilidad, el nuevo gobierno alemán pretende que en 2030 deberán circular al menos 15 millones de coches totalmente eléctricos, lo que representa uno de cada tres vehículos.

De acuerdo con la normativa de la UE, a partir de 2035 sólo se podrán matricular vehículos neutros en emisiones de CO2 ("esto tiene un impacto correspondientemente más temprano en Alemania"), con una excepción para los vehículos que puedan "demostrarse que funcionan con e-combustibles".

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