La vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha vuelto a reclamar este jueves medidas urgentes a escala de la Unión Europea para frenar la subida imparable de la luz y reforzar la protección de los consumidores. Ribera ha arremetido contra la posición "inmovilista" de Alemania, Holanda y los países nórdicos, que consideran que se trata de un fenómeno pasajero y bloquean cualquier intervención de Bruselas.
La reunión de ministros de Energía de la UE que se celebra este jueves en Bruselas se ha convertido en una guerra de declaraciones cruzadas. Por un lado, Alemania ha promovido un manifiesto conjunto con otros 8 países (Austria, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Letonia y Holanda) en el que rechaza cualquier reforma en el sistema europeo de fijación de precios de la luz, como pide Ribera.
España, Francia e Italia han contraatacado con otra declaración en la que vuelven a exigir a la UE medidas para limitar la subida de precios. "Debemos garantizar que los consumidores de energía eléctrica compartan plenamente los beneficios de las tecnologías de emisiones cero a partir de ahora mismo, evitando la volatilidad excesiva de los mercados de gas natural", reza el texto, que también ha sido suscrito por Grecia y Rumanía.
El bando de España suma el 45,8% de la población de la UE, mientras que el frente promovido por Alemania apenas llega al 28,9%, según han destacado fuentes gubernamentales. Sin embargo, lo cierto es que las diferencias irreconciliables entre los Estados miembros impiden que la UE intervenga para frenar el alza de la luz.
"Es difícil despreciar la preocupación de Gobiernos que representan más del 45% de la población de la UE", ha destacado Ribera a su llegada a la reunión de Bruselas. La vicepresidenta tercera ha insistido además en que el encarecimiento de la factura eléctrica está teniendo un impacto negativo en todos los Estados miembros, también en los nórdicos.
Impacto en la inflación
"Todos estamos sufriendo las consecuencias de estos precios de la energía. Vemos como en Países Bajos ha habido un número muy importante de comercializadores que han quebrado y vemos como en Alemania se plantea el impacto que esto pueda tener en términos de inflación. Por tanto, no es algo que resulte ajeno a nadie", ha apuntado.
La vicepresidenta tercera ha restado además importancia a los informes elaborados por Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) y por la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA). Ambos organismos han llegado a la conclusión de que tanto el mercado europeo de la electricidad como el de CO2 funcionan correctamente. ACER sostiene además que las reformas que plantean España y Francia podrían poner en riesgo la seguridad de suministro y la descarbonización del sistema energético europeo.
"Lo que es verdad es que es un sistema que ha funcionado de manera muy eficiente hasta ahora, por tanto es razonable que haya muchos que tengan dudas sobre cómo cambiarlo", ha admitido Ribera. No obstante, ha insistido en que "la gran pregunta que nosotros nos hacemos es si la regulación actual está preparada para abordar desafíos como los que estamos viviendo ya".
La respuesta de España y sus socios es negativa y por eso reclaman reformas a escala europea para reforzar la protección de los consumidores y garantizar que se benefician de las ventajas de la transición energética. Unas ventajas que ahora mismo no son visibles puesto que hay "unos precios que no reflejan los costes reales".
Ribera todavía espera poder convencer a Alemania y los nórdicos con los informes finales de ACER y ESMA, que está previsto que se publiquen en abril de 2022. Antes de esa fecha es improbable cualquier avance o cambio en el actual equilibrio de fuerzas.