El Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM) aboga por la retirada de las centrales nucleares y de las hidráulicas sin bombeo del mercado marginalista eléctrico para corregir sus disfunciones, según recoge el informe 'Propuestas para la reforma del mercado mayorista español' elaborado por la organización.
En opinión del COIIM, si además de eliminar del mercado marginalista las centrales RECORE (renovables, cogeneración y residuos), cuyos precios están regulados e indexados al precio del gas natural, se excluyesen también las nucleares y las hidráulicas sin bombeo se paliarían las disfunciones sobre los precios medios anuales pagados a cada tecnología. Eso sin contar con los riesgos que suponen para el mantenimiento de una adecuada estructura de generación durante la transición energética.
La organización aboga por que la electricidad que producen se abone "a sus costes de producción, tasas e impuestos, más una rentabilidad razonable".
El COIIM también apuesta por que su gestión operativa se optimice para minimizar los costes totales de operación del sistema eléctrico, con lo que se "evitarían los excesivos beneficios de parte de la generación eléctrica, así como los riesgos de pérdidas económicas y de cierre anticipado de las centrales nucleares por bajos precios futuros".
El informe de la organización se remitirá la próxima semana a las administraciones públicas y a las empresas del sector. Un estudio que analiza la propuesta presentada por el Gobierno a la Comisión Europea para la modificación del sistema de fijación de precios de la electricidad en situaciones excepcionales como el alza actual de las tarifas y en la que plantea desligar el gas natural de las demás fuentes que intervienen en la formación de precios.
"Esta solicitud no ha sido bien acogida por la Comisión Europea y por un buen número de los países del centro y el norte de Europa, que mantienen que el actual mercado marginalista es el más eficiente para el conjunto del Mercado Eléctrico Único de la Unión Europea", destaca el COIIM.
El presidente la Comisión de Energía del COIIM, Jaime Segarra, hace hincapié en que "uno de los principales objetivos del mercado marginalista es que los precios sirvan para orientar las inversiones" hacia las tecnologías previsiblemente más rentables.
Sin embargo, matiza que esto solo tiene sentido cuando afecta a tecnologías comercializables y potencialmente competitivas, como las plantas fotovoltaicas, las eólicas, las de almacenamiento -de bombeo-, los ciclos combinados de gas natural, el biometano o, en un futuro, el hidrógeno.
"En cambio, las señales de precios que puedan estar recibiendo la tecnología hidroeléctrica o la nuclear por parte del mercado marginalista no van a servir para generar inversiones, por lo que su inclusión en el sistema implica un riesgo elevado de distorsión en la formación de precios", subraya Segarra.