Portugal y España han anunciado este martes un "acuerdo político" con la Comisión Europea sobre la propuesta ibérica para topar los precios del gas y así reducir la factura de la luz. El pacto se ha hecho público tras una reunión en Bruselas de la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, y su homólogo portugués, José Duarte Cordeiro, con la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario y responsable de Competencia, la liberal danesa Margrethe Vestager.
El compromiso tiene como objetivo llevar a la práctica la "excepción ibérica" que se aprobó en la última cumbre celebrada el pasado 25 de marzo. Allí, los líderes europeos aceptaron un "trato especial" para España y Portugal por la condición de la Península Ibérica de "isla energética", con un nivel mínimo de interconexiones con el resto de Europa, y por el importante peso de las renovables. Pero no concretaron los detalles técnicos de la rebaja de la luz.
El acuerdo político ha sido confirmado al cabo de unas horas por la propia Vestager, que se compromete a finalizar los detalles técnicos a "máxima velocidad". El pacto permitirá a Madrid y Lisboa "tomar medidas proporcionales y temporales para hacer frente a los altos precios de la electricidad, manteniendo los incentivos para la transición ecológica y preservando la integridad y los beneficios del mercado único", ha dicho una portavoz del Ejecutivo comunitario.
El acuerdo consiste en establecer un tope máximo medio de 50 euros por megavatio hora (MWh) al precio del gas que se utiliza para generar electricidad. El objetivo es facilitar un descenso del coste de la electricidad que venden las centrales eléctricas fósiles y, por tanto, del precio marginal en el mercado mayorista. A su vez, esto se trasladará en una reducción inmediata de los precios minoristas.
Este mecanismo excepcional tendrá una duración de 12 meses. El precio máximo para el gas es superior a los 30 euros por MWh que habían propuesto inicialmente España y Portugal. En los primeros meses, el precio será de 40 euros, pero la media de todo el periodo ascenderá a 50 euros. Hoy, el precio del gas natural está alrededor de 90 euros por MWh.
Aún así, Ribera sostiene que este acuerdo reducirá las turbulencias y la volatilidad en los precios de la electricidad y servirá para proteger a todos los consumidores y a la industria también el próximo invierno. "Se trata de un acuerdo que, en su balance de conjunto, es positivo para los consumidores", ha insistido.
La vicepresidenta tercera espera que el Ejecutivo comunitario concluya los trámites de aprobación antes del fin de semana. El nuevo mecanismo ibérico recibiría así la luz verde en el Consejo de Ministros del próximo martes y se aplicaría de forma inmediata. Su efecto se empezará a sentir ya en la factura de la luz de mayo, según Ribera.
La propuesta de España y Portugal obliga a una compensación a las plantas de generación eléctrica que utilizan gas por la diferencia entre el precio topado y el precio real de mercado. Madrid y Lisboa defienden que esta compensación sea financiada por el resto de energías (renovables, nuclear) que entran en el sistema, algo que ha provocado una feroz oposición de las eléctricas.
"La Península Ibérica tiene una situación muy especial. Allí la cesta energética tiene un alto porcentaje de renovables, lo que es muy bueno. Y tienen muy pocas interconexiones", indicó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, al término del Consejo Europeo de marzo.
"Por eso hemos acordado que es posible un tratamiento especial para la Península Ibérica, para que puedan hacer frente a su situación específica y gestionar los precios de la electricidad", aseguró Von der Leyen. Desde entonces, los técnicos de Madrid y Lisboa han mantenido negociaciones "intensas" y "difíciles" con el Ejecutivo comunitario para pulir los detalles de la propuesta ibérica.
Como parte del acuerdo político, Bruselas se ha comprometido a impulsar en los próximos meses las interconexiones entre la Península Ibérica y el resto de Europa para acabar con su condición de "isla energética". La UE había fijado un objetivo de interconexión del 10% para 2020 (y del 15% en 2030), pero en el caso de España apenas ascienda al 2,8%.
Eso sí, al final no habrá un sistema de doble precio para la electricidad, según vaya destinada a la Península Ibérica o a Francia. Como parte del acuerdo, Bruselas ha exigido "flexibilidad para no introducir limitaciones adicionales en frontera". "El consumidor francés tendrá que pagar lo mismo que el consumidor ibérico en este ajuste", ha explicado la vicepresidenta.
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