Los precios de muchos minerales y metales que son esenciales para las tecnologías renovables se han disparado debido a una combinación de aumento de la demanda, cadenas de suministro interrumpidas y por la escasez de oferta. Los precios del litio y el cobalto se duplicaron con creces en 2021, y los del cobre, el níquel y el aluminio aumentaron entre un 25% y un 40%.
Además, Rusia, junto con China, es un importante productor de muchos minerales y metales que son vitales para la transición a la energía limpia, y el creciente aislamiento internacional del país ejerce una presión adicional sobre los mercados ya ajustados.
Los primeros impactos se sintieron en los mercados del aluminio, donde Rusia en 2020 representó el 6% de la producción mundial de aluminio (el segundo mayor productor a nivel mundial) y el 8% de las importaciones a la Unión Europea. Como también se redujo el suministro en China, los precios del aluminio subieron a niveles récord después de la invasión de Rusia.
Las tensiones también son visibles en el mercado de metales para baterías. Rusia produce alrededor del 10% del níquel que se extrae en todo el mundo, pero representa casi el 20% del suministro de níquel Clase, que es el grado necesario para las baterías. También es el segundo mayor productor de cobalto y el cuarto mayor productor de grafito.
Por el momento, las sanciones de Bruselas a las materias críticas no están sobre la mesa.
Pero el gobierno británico sí quiere imponer sanciones contra el oligarca Vladímir Potanin, el "rey del níquel" de Rusia, por haber adquirido activos de empresas que abandonan su país de origen debido a la invasión en curso de Ucrania.
Potanin, considerado el segundo hombre más rico de Rusia, es uno de los varios multimillonarios del círculo íntimo del presidente Vladímir Putin.
Explorar yacimientos en Europa
Precisamente por esta dependencia, que hace recordar a la de los combustibles fósiles, el sector minero español organizado en el Grupo Español de Materias Primas Estratégicas (Gempe), donde se integran el Instituto de la Ingeniería de España (IIE) y la Asociación para la Transición Energética (ATE), puso de relieve la "necesidad y urgencia" de explorar y explotar yacimientos de materias primas en Europa.
"El acceso a materias primas minerales se ha convertido en un arma estratégica, porque sin ellas no se cumplirían los objetivos del Pacto Verde y de la transición energética y digital", afirmaba la presidenta del Gempe, Yolanda Moratilla, en una jornada organizada en el Ateneo de Madrid el lunes 27 de junio.
Una idea que se repitió durante el IV Foro Internacional de Confedem (Confederación Nacional de Empresarios de la Minería y Metalurgia), el miércoles 29 de junio.
"En España, el conflicto con Rusia se está notando por la falta de níquel, no solo necesaria para hacer fertilizantes sino para, por ejemplo, los explosivos que se utilizan para la extracción minera de cobre o materias raras, entre otros", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Javier Carrillo de Albornoz Portes, Business Development Manager en Maxam, empresa española que fundó Alfred Nobel, el inventor de la dinamita.
"Necesitamos que la sociedad entienda que debemos producir materias primas autóctonas, y que lo hacemos con un estricto control medioambiental, a diferencia de terceros países", añade por su parte Alberto Lavandeira Adán, consejero delegado de Atalaya Riotinto Minera, principal productor de cobre en España, un material básico para la casi totalidad de elementos cotidianos y sus utilizaciones en la industria.
Níquel
Los precios del níquel se vieron sacudidos por la invasión rusa, disparándose más del 100% en las primeras dos semanas tras el comienzo del conflicto. La compañía rusa Nornickel es el mayor productor de níquel del mundo, con 236.000 kilotones de producción en 2020. En total, representa el 10% de la producción mundial de níquel, por detrás de Indonesia y Filipinas.
Pero el precio del níquel ya estaba por las nubes desde hacía meses. Aunque Rusia es un proveedor importante, el aumento del precio del níquel se debe a que hay un profundo déficit por la creciente demanda de esta materia prima en baterías.
El níquel es imprescindible para los vehículos eléctricos y el acero inoxidable. Los analistas de ANZ Research creen que "la posición dominante de Rusia en los mercados aumenta los riesgos de cualquier interrupción del suministro y los inventarios relativamente bajos mantenidos en los compuestos del mercado".
El analista de Nomura, Yuji Matsumoto, piensa que "dado que el suministro de níquel de Rusia es actualmente inestable y los inventarios son bajos, vemos la posibilidad de que choques de oferta adicionales puedan hacer que los precios suban aún más en el corto plazo".
Paladio
El paladio se disparó durante el primer trimestre de 2022, pasando de 1.617 $/oz el 15 de diciembre a 2.809 $/oz, pero ya se ha estabilizado en torno a los 1.892 dólares. El metal es esencial para los convertidores catalíticos de automóviles y los semiconductores.
Rusia produde el 43% del paladio a nivel mundial, lo que representa unos 2,6 millones de onzas. Europa representa más de la mitad de las exportaciones de paladio de Rusia. Nornickel es también la empresa minera de paladio más grande del mundo, ya que el paladio es un subproducto de la producción de níquel.
Los fabricantes de automóviles pueden cambiarse al platino, pero Rusia también es un importante productor, con una participación del 14%, el segundo más grande del mundo.
Uranio
El precio al contado del uranio fue de hasta 59,75 dólares la libra, según datos de UxC LLC, cuando estalló la guerra en Ucrania, el más alto desde el desastre de Fukushima en 2011. Dado que Rosatom, de propiedad estatal rusa, representa el 35% del enriquecimiento mundial de uranio, y la propia Rusia domina casi el 50% del mercado mundial, cualquier sanción podría disparar el precio del uranio.
El uranio es un componente esencial para la generación de energía nuclear, que cubre el 10% de las necesidades energéticas mundiales.
China planea construir 150 nuevos reactores nucleares en los próximos 15 años. En Francia, la energía nuclear representa el 70% de todas las necesidades energéticas. Alemania está reconsiderando su plan para cerrar sus plantas nucleares, mientras que Rolls-Royce en el Reino Unido está desarrollando minirreactores nucleares que podrían ser la respuesta a largo plazo a las necesidades energéticas del país.
Y aunque los productores canadienses y australianos podrían aumentar la producción a largo plazo, una escasez de suministro a corto plazo y, por lo tanto, un aumento de precios sigue siendo una clara posibilidad.
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