Cuenta atrás para que se cierre (en principio temporalmente) el principal gasoducto que une Rusia con Alemania, el Nord Stream 1. El gigante estatal ruso Gazprom, que ya ha reducido el flujo de gas por esta infraestructura en un 60%, ha dicho que durante 10 días, desde el próximo 11 de julio, debe hacer una "parada técnica" para llevar a cabo labores de mantenimiento. Un cierre que ha hecho saltar las alarmas, ya que si no se produce la reapertura en el plazo previsto, la Unión Europea podría enfrentarse a una recesión en los próximos meses por la falta de gas almacenado.
Alemania, la economía más grande de la Unión Europea, es particularmente vulnerable a este gasoducto porque depende del gas natural que llega canalizado de Rusia. Aproximadamente recibe entre el 35 y el 40% del gas que consume.
La potencia industrial importa casi todo el gas natural que utiliza, lo que representa alrededor de una cuarta parte de la matriz energética total del país, según el Ministerio de Economía.
El gasoducto está programado para cerrar por un período de 10 días a partir del 11 de julio, pero el ministro de economía alemán, Robert Habeck, ha dicho que teme que Rusia se niegue a reabrir el gasoducto, con lo que no daría tiempo a llenar los almacenes de cara al invierno.
El miedo de las autoridades alemanas se ha extendido como la pólvora en los mercados, y en un solo día el precio de referencia, el TTF holandés, ha superado los 160 euros/MWh, lo que hace preguntarse hasta dónde se va a disparar en invierno, que son los meses críticos.
Recesión en Europa
Y si Alemania tiene problemas arrastrará al resto de países europeos. El Viejo Continente se enfrenta un riesgo creciente de recesión porque junto al posible corte de suministro ruso, la escalada de los precios del petróleo y el gas está tumbando la economía.
"Es probable que el gobierno [ruso] pueda tomar represalias recortando la producción como una forma de infligir daño a Occidente", escribieron los analistas de JP Morgan.
"Parece claro que en el caso de escasez de gas en Europa, una recesión severa será casi una certeza", escribieron los analistas Neufeld y Keck. "Esto se debe a que los países europeos están conectados entre sí no solo a través de interconexiones de energía, sino también a través de cadenas de suministro altamente integradas".
El panorama es tan crítico que la balanza comercial de Alemania registró el pasado mes de mayo un déficit de 1.000 millones de euros. Esta cifra supone su primer saldo negativo mensual desde 1991, según los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis) este lunes.
"Un suministro de gas ajustado conducirá a mayores aumentos en los precios de la energía para los consumidores, lo que se sumará a las presiones inflacionarias y reclamará una parte aún mayor de los ingresos disponibles de los hogares, lo que es un riesgo de recesión en sí mismo".
Alerta en los hogares
Temiendo que Rusia pueda cortar el suministro de gas natural, el jefe de la agencia reguladora de energía de Alemania, DI Walter Boltz, pidió a los ciudadanos que ahorren energía y se preparen para el invierno.
Por su parte, el presidente de la Agencia Federal de Redes, Klaus Mueller, instó a los propietarios de casas y apartamentos a revisar y ajustar sus calderas de gas y radiadores para maximizar su eficiencia. "El mantenimiento puede reducir el consumo de gas entre un 10% y un 15%", dijo a Funke Mediengruppe, una editorial alemana de periódicos y revistas.
También ha advertido a las familias de que deben comenzar a cuestionarse ahora sobre “si cada habitación debe tener su temperatura habitual en el invierno, o si algunas habitaciones pueden estar un poco más frías”.
"En una emergencia aguda por escasez de gas, el agua caliente solo podría estar disponible en ciertos momentos del día", dijo Jens Kerstan, senador de Medio Ambiente, Clima, Energía y Agricultura por Hamburgo, al semanario Welt am Sonntag.
Las industrias podrían colapsar
Industrias enteras en Alemania podrían colapsar debido a los cortes en el suministro de gas natural de Rusia, ha dicho por su parte Yasmin Fahimi, la sindicalista que preside la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB).
"Industrias enteras están en peligro de colapsar permanentemente debido a los cuellos de botella de gas: aluminio, vidrio, la industria química... Tal colapso tendría consecuencias masivas para toda la economía y el empleo en Alemania".
La industria química, que emplea a unas 346.000 personas, es la tercera industria más grande de Alemania, según Germany Trade & Invest, la agencia de promoción de inversiones del país.
Uniper vs. Repsol
Y mientras todos se preparan para lo peor, hay algunas empresas que ya están sufriendo las consecuencias de las sanciones a Rusia. El gigante energético Uniper va camino de la bancarrota porque, hasta ahora, era el mayor comprador de gas ruso de Alemania.
La grave situación por la que atraviesa esta compañía ha provocado su desplome en bolsa con una caída del 20% y podría estar al borde de ser rescatada por el Gobierno teutón.
Y mientras tanto, Repsol podría convertirse en el principal suministrador de gas natural a Alemania desde Canadá.
El ministro de Medio Ambiente canadiense, Steve Guilbeaut, ha asegurado en una entrevista con Reuters que "Repsol es probablemente el proyecto que más rápido podría desplegarse porque requiere un mínimo de permisos: ya hay una instalación existente y un gasoducto que está ahí mismo".
Canadá, el sexto mayor productor de gas natural del mundo según cifras de 2020, actualmente no tiene ninguna instalación de GNL en funcionamiento, aunque se está construyendo una en la costa oeste.
"Así que es un proyecto que podría implementarse con bastante rapidez, pero todavía estamos hablando de algunos años" antes de que pueda exportar GNL a Europa, dijo Guilbeault, refiriéndose al proyecto de Repsol.
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