El Gobierno ha pedido a sector industrial, compañías energéticas, asociaciones de consumidores y agentes sociales propuestas para reducir el consumo de gas, ante la crisis energética que se avecina. La idea es recopilar toda esa información y presentar un plan de contingencia la próxima semana a la Unión Europea, quien a su vez, consensuará una estrategia común el próximo 26 de julio.
Las reuniones que se han mantenido entre el pasado martes y este jueves han tenido el mismo formato. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha preguntado a los asistentes qué medidas de eficiencia energética se pueden acometer, cómo sustituir el gas y electrificar al máximo y se ha hablado sobre la solidaridad con otros países.
"El Gobierno nos ha dicho que han estudiado todos los escenarios y no han visto en ningún que en España vaya a faltar el suministro", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Verónica Rivière, presidenta ejecutiva en GasIndustrial.
"Nos han confirmado que van a contar con la planta de regasificación de El Musel (Gijón)", añade. Además, se pondrá en marcha un puente naval entre Barcelona y La Spezia para enviar gas licuado (GNL) a Italia.
Serán barcos metaneros de pequeña escala para transportar combustible desde los grandes depósitos del puerto de Barcelona hasta la planta de regasificación de Panigaglia, ubicada allí.
El sector eléctrico, por su parte, ha dicho que "hemos aportado y seguiremos haciéndolo, numerosas iniciativas de ahorro y eficiencia energética. Además, hemos contribuido a la descarbonización de la economía con importantes inversiones que nos permiten avanzar en la independencia energética. El sector eléctrico español seguirá siendo una referencia como ya lo viene siendo en la penetración de renovables".
En contra de los impuestos
La industria gasista ha preferido hacer referencia a los impuestos 'temporales' que el Gobierno tiene pensado imponer a las grandes energéticas. "La Asociación Española del Gas (Sedigas) muestra su preocupación por el anuncio del Ejecutivo de promover la implantación de un nuevo impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas, con carácter retroactivo, en una coyuntura económica tan delicada como la actual y en la que debería prevalecer la planificación y la prudencia fiscal".
"La imprecisión de la medida anunciada y la falta de seguridad jurídica dañan la reputación y la credibilidad de nuestro país ante la comunidad inversora".
"Para un sector abierto y expuesto a la competencia de los mercados globales, una detracción de recursos inesperada en un momento de máxima incertidumbre, y en el que se necesitan inversiones y operadores sólidos para garantizar la seguridad de suministro, no parece la medida más sensata".
La cogeneración, parada
La cogeneración ha dejado de producir el 5% de la electricidad del país en poco más de dos semanas, tras la puesta en marcha del tope del gas, señala Javier Rodríguez, director general de ACOGEN, la patronal del sector, a este diario.
Los cogeneradores piden amparo y una acción urgente a la Comisión Europea. Han enviado una carta en la que solicitan no ser discriminados frente a los ciclos combinados y que se les reconozcan esos mismos precios de gas.
Los cogeneradores no se oponen al mecanismo de excepción ibérica, pero piden que se les considere igual que a los ciclos combinados. Incluso más, ya que es un 30% más eficiente.
Han pasado 20 días desde que el Gobierno empezara a aplicar el topado del gas para frenar los precios de la electricidad. Desde entonces, la producción de electricidad de cogeneración se ha desplomado más de un 50%- hasta un 100% en algunos sectores.
Esto ha incrementado un 20% la producción con ciclos combinados —que consumen 30% más de gas—, lo que tensiona precios y mercados, rebaja la eficiencia energética y aumenta las emisiones, perjudicando a la industria y a todos los consumidores, dice Rodríguez.
Interrumpibilidad en la industria
Por su parte, la industria electrointensiva ha pedido que se recupere la figura de la interrumpibilidad, así como medidas de ahorro de agua que puede también sustituir al gas en caso de necesidad.
Precisamente esta propuesta está incluida en el plan que ultima Bruselas para hacer frente a la crisis energética. El Consejo Europeo rescata el mecanismo de subastas de interrumpibilidad.
Es una medida de flexibilidad con una compensación financiera predeterminada por la reducción del volumen de gas durante la desconexión y un llamado a las empresas a utilizar intercambios contractuales para trasladar la producción a regiones menos expuestas a la escasez de suministro.
Las subastas de interrumpibilidad se dejaron de celebrar en España ahora hace dos años y se sustituyeron por un servicio de reserva estratégica de respuesta rápida.