La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha insistido en que desde el Gobierno no están de acuerdo con las medidas de restricción de gas que la Unión Europea "pretende imponer" a los Estados miembros. Y ha recordado que van a ser "recomendaciones" pero no imposiciones.
En declaraciones a la cadena SER recogidas por EL ESPAÑOL- Invertia, ha reiterado su rechazo a la propuesta de la Comisión Europea de que todos los países de la Unión Europea reduzcan voluntariamente un 15 % su consumo de gas hasta la próxima primavera, para prepararse ante un posible corte del suministro ruso.
Ribera ha subrayado que "se trata de algo inasumible para España". Y ha recordado que ha sido una medida propuesta donde "no se nos ha pedido opinión" ni ha habido un debate abierto para algo que supone "un esfuerzo sobredimensionado".
[Bruselas pide a todos los Estados miembros que recorten un 15% el consumo de gas desde agosto]
En esta línea, ha recordado que España ya hace un gran esfuerzo porque está exportando electricidad a Francia y ayudando en la situación extraordinaria que vive el país vecino con sus centrales nucleares cerradas.
Por otra parte, la ministra ha advertido de que la industria española "no merece pautas de racionamiento". Así, ha explicado que para el sector industrial lo que hay que buscar son "maneras de flexibilizar el consumo de gas de forma voluntaria por la situación de emergencia".
Respecto a la ciudadanía, ha dicho la ministra, que se hace un llamamiento general al ahorro. Ahora bien, ha recordado que "los hogares y los servicios públicos básicos" van a tener siempre garantía de suministro.