El Gobierno celebrará el próximo 25 de octubre una nueva subasta de renovables, la tercera bajo el nuevo mecanismo y dentro del calendario establecido para el periodo 2020-2025. Esta pondrá en juego un total de 520 megavatios (MW) repartidos entre solar termoeléctrica, biomasa, fotovoltaica distribuida y otras tecnologías.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico convoca así esta nueva subasta, que estaba prevista inicialmente para el pasado mes de abril, mediante una resolución que publicará el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En concreto, se subastarán 520 MW repartidos en dos cupos: uno de 140 MW para fotovoltaica distribuida, para instalaciones menores de 5 MW con carácter local, y otro de 380 MW para otras fuentes, con reservas de 220 MW para solar termoeléctrica, 140 MW para biomasa y 20 MW para otras tecnologías.
El procedimiento de concurrencia competitiva tendrá lugar el 25 de octubre de 2022, dando margen para la preparación de las ofertas y favoreciendo una mayor participación de los interesados.
En un comunicado, el gabinete dirigido por Teresa Ribera indicó que la resolución da cumplimiento al calendario para la asignación del Régimen Económico de Energías Renovables (REER) para el periodo 2020-2026 recogido en la orden TED/1161/2020, que indica un volumen mínimo de potencia a adjudicar a la tecnología solar termoeléctrica de 200 MW, de 140 MW para biomasa y de 20 MW a otras tecnologías renovables, como el biogás, los biolíquidos, la hidráulica o la mareomotriz.
Si las reservas destinadas a centrales solares termoeléctricas, biomasa y otras tecnologías no se adjudican totalmente, el excedente de potencia pasará a un cupo neutro donde las tecnologías competirán indistintamente. El cupo dedicado a la fotovoltaica no participará en este mecanismo de trasvase.
La propuesta de resolución de subasta se sometió a participación pública entre el 30 de diciembre y el 21 de enero pasados, y tras analizar las alegaciones presentadas, el Ministerio ha introducido varios cambios, entre los que destaca la flexibilización de los criterios para las instalaciones fotovoltaicas de pequeño tamaño con carácter local al objeto de aumentar la participación social.
Así, se amplía la distancia para ser considerado como participante local a un radio de 60 kilómetros -antes eran 30 kilómetros-, se reduce el número de socios locales, que deberán ser más de tres -antes eran cuatro-, y disminuye el periodo de tiempo en el que se debe mantener la participación ciudadana en la instalación a cinco años, cuando antes era toda su vida útil. Además, podrán considerarse socios locales aquellos que tengan una segunda residencia en la zona.
Democratizar el sistema eléctrico
El Ministerio destacó que el apoyo específico a los pequeños sistemas de generación distribuida responde a que aportan una mayor eficiencia, porque precisan menos infraestructuras de red y reducen las pérdidas de energía en ellas.
También se ha considerado la necesidad de democratizar el sistema eléctrico, buscando la participación de los ciudadanos, así como de otros agentes, tal que pymes y entidades locales, en el despliegue de las tecnologías renovables.
Asimismo, los proyectos de centrales termosolares que participen en la subasta deberán contar con seis horas de almacenamiento y podrán hibridarse con biomasa, biogás, biolíquidos y fotovoltaica, siempre que la potencia fotovoltaica no supere el 10% de la potencia termoeléctrica.
[Bruselas pide a todos los Estados miembros que recorten un 15% el consumo de gas desde agosto]
Por otra parte, las centrales de biomasa, biogás y biolíquidos, tendrán que cumplir los requisitos de eficiencia establecidos, y sus combustibles deberán cumplir los criterios de sostenibilidad y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero establecidos por esta norma.
En las subastas bajo el nuevo modelo que se diseño los promotores pujan por el precio que están dispuestos a cobrar por la energía que generen sus plantas, con cierta exposición al precio del mercado. En esta ocasión, las instalaciones solares termoeléctricas, las de biomasa, biogás o biolíquidos, percibirán el REER durante 20 años y tendrán una exposición al mercado del 15%, por su condición de gestionables; la fotovoltaica y el resto de renovables percibirán el REER durante 12 años y tendrán una exposición menor al mercado, del 5%.
Asimismo, al igual que en las dos anteriores subastas, las empresas adjudicatarias tendrán que presentar un plan estratégico con las estimaciones de impacto sobre el empleo local y la cadena de valor industrial.
Además, en esta convocatoria se introduce la posibilidad de impedir el acceso a futuras subastas del REER a las instalaciones adjudicatarias, para desincentivar que se renuncie al régimen otorgado en esta subasta al objeto de acudir a otra subasta posterior.
Las instalaciones fotovoltaicas dispondrán de dos años para construirse a partir de la adjudicación, mientras que las solares termoeléctricas y las de biomasa, más complejas, dispondrán de cuatro y medio. Para el resto de las tecnologías, el plazo será de cuatro años.
En las dos anteriores subastas, celebradas en enero y en octubre de 2021, el Gobierno asignó en total 2.902 MW de tecnología fotovoltaica y 3.256 MW de tecnología eólica, a precios muy inferiores de los que registra el mercado mayorista de la electricidad.