Pedro Sánchez y Olaf Scholz hacen frente común contra Emmanuel Macron para impulsar en la UE el gaseoducto Midcat. Un proyecto que debe conectar la Península Ibérica con el resto de Europa y que serviría para ayudar a desengacharse del gas ruso, pero al que Francia se opone.
El presidente del Gobierno ha aprovechado su visita al Gobierno alemán este martes para defender las bondades de esta interconexión, que según ha dicho permitiría a España salir al rescate de Alemania.
"España está dispuesta a aportar todas sus capacidades para ayudar a aquellos países que ahora mismo están sufriendo más la dependencia del gas ruso y del chantaje energético de Putin", ha resaltado. No obstante, Sánchez ha avisado de que si París no cede, impulsará una tubería alternativa hacia Italia.
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Al presidente del Gobierno le han preguntado si tiene previsto visitar Argelia (uno de los principales proveedores de gas de España), como ha hecho recientemente el presidente francés, pero también Mario Draghi para garantizarse el suministro. "Respecto a Argelia, le diré que a mi me encantaría ser yo el que fuera a Argelia", ha respondido escuentamente. Las relaciones entre Madrid y Argel están en mínimos por el cambio de postura de Sánchez sobre el Sáhara.
Por su parte, el canciller alemán ha expresado de nuevo su apoyo al Midcat por considerar que España y Portugal generarán un excedente energético gracias a las renovables que "hay que aprovechar". Scholz defiende que la nueva infraestructura no sólo debe servir para el gas sino para el hidrógeno verde del futuro.
Sin embargo, Francia ha cuestionado de nuevo el Midcat escudándose en su elevado coste (3.000 millones) y su impacto ambiental. "Un proyecto de este tipo tardaría muchos años en estar operativo y, por tanto, no daría respuesta a la crisis actual. Por eso, los Estados miembros con litoral marítimo han puesto en marcha ahora la construcción de terminales de GNL, que es más rápida y permite importar gas de los países del Golfo o de Estados Unidos", dijo el Gobierno de Macron tras conocer este verano el apoyo de Scholz a la tubería.
Sánchez ha participado este martes, a invitación del canciller, en una reunión extraordinaria del Gobierno alemán consagrada a su estrategia de seguridad. El encuentro se ha celebrado en el palacio de Meseberg, a 70 kilómetros de Berlín, y la crisis energética provocada por Rusia ha monopolizado los debates.
El presidente del Gobierno ha recordado que una de las primeras reuniones internacionales en las que participó tras llegar al poder fue precisamente para impulsar las interconexiones. En ella participaron el propio Macron, el portugués Antonio Costa y el entonces comisario de Energía, Miguel Arias Cañete.
Sánchez no ha mencionado no obstante que su Gobierno fue el que decidió en 2019, de común acuerdo con Francia, enterrar el gaseoducto Midcat que ahora quiere recuperar. Una decisión que se adoptó por sus elevados costes y su falta de rentabilidad. Las cosas han cambiado ahora por la guerra en Ucrania y la decisión de la UE de prescindir del gas ruso, pero Francia mantiene su veto al proyecto.
"Hay que recordar que España concentra el 30% de las capacidades de regasificación de toda Europa. Y no podemos utilizarlas de manera total y completa como consecuencia de tener un cuello de botella. Y eso es lo que tenemos que resolver", se ha quejado el presidente del Gobierno.
"Me gustaría subrayar que estoy totalmente de acuerdo con obtener una conexión así, sobre todo para mejorar la red de gaseoductos en Europa y aprovechar el hidrógeno", ha argumentado Scholz en su breve rueda de prensa con Sánchez.
"España y Portugal serán países capaces de producir un excedente, y será importante aprovechar esta capacidad de de producción", sostiene el canciller alemán. A su juicio, el gaseoducto Midcat podría servir también para importar en el futuro hidrógeno verde de los países del norte de África.
"La gran tarea es la creación de una gran red europea, tanto de electricidad como también futuras redes de hidrógeno y ahora la red de gaseoductos. Y desde luego queremos hacer lo posible para lograrlo", ha concluido Scholz.
El presidente del Gobierno ha denunciado que los objetivos de interconexión fijados por la Unión Europea no se han cumplido en el caso de la Península Ibérica, cuya capacidad de interconexión está por debajo del 3%.
"Yo agradezco mucho la visión compartida que tiene el canciller alemán sobre la necesidad de acelerar esas interconexiones", ha insistido Sánchez. Pero si el Midcat no avanza "al ritmo adecuado", España apostará por la tubería submarina hacia Italia, ha avisado.
A los dos mandatarios se les ha preguntado en la rueda de prensa por el impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas que España ha aprobado y que Alemania se plantea imitar. Sánchez ha contestado que hay sectores que "están viendo engordar sus cuentas de resultados" con la crisis energética y que se trata de hacer un "reparto justo de las cargas".
Por su parte, Scholz ha apoyado reformar el mercado eléctrico europeo, a lo que hasta ahora Alemania se oponía. Los dos líderes conciden en que las relaciones entre Madrid y Berlín atraviesan un momento de "gran sintonía".
Paso adelante
Por su parte, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha considerado que el cambio de opinión del Gobierno francés supone "un paso adelante muy importante".
La ministra estimó que tanto el proyecto del gasoducto por los Pirineos con Francia como la interconexión marina con Italia están sobre la mesa y son iniciativas europeas para dar una respuesta a la actual situación, aunque subrayó que el MidCat supone una infraestructura "mucho más fácil y directa" y podría estar disponible en el entorno de 2023.
Asimismo, Ribera, que destacó el hecho de que tanto Alemania como España hayan adoptado medidas de ahorro energético de cara a reducir el consumo ante el próximo invierno "muy alineadas y parecidas".
La ministra aplaudió también la coincidencia de ambos países en la necesidad de reformar el mercado eléctrico europeo, que "está roto tras ser utilizado como arma de guerra".
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