El presidente francés, Emmanuel Macron, redobla la presión sobre Berlín y Bruselas con el objetivo de extender a Francia la denominada 'excepción ibérica' que aplican España y Portugal para rebajar la luz. La Comisión Europea ha descartado ampliar este mecanismo al conjunto de la UE por considerar que impulsaría el consumo de gas en un momento en que es un bien escaso. Pero el Gobierno de París insiste en que se trata de la mejor solución para reducir de inmediato los precios.
Macron espera lograr resultados en la reunión extraordinaria de ministros de Energía que se celebra el próximo viernes 30 de septiembre. En principio, la 'excepción ibérica' no figura en la agenda del encuentro. Los Veintisiete se centrarán en discutir y aprobar los límites a los beneficios de las energéticas propuestos por Bruselas, así como el recorte de un 5% en el consumo de luz en horas punta. Sin embargo, el Gobierno francés considera insuficiente esta intervención y ha lanzado una ofensiva diplomática en busca de medidas más ambiciosas y de impacto directo.
"El 30 de septiembre tenemos un Consejo de la UE y nuestra prioridad va a ser rebajar los precios", anunció Macron durante una vista este jueves al parque eólico marino de Saint-Nazare, al noroeste de Francia.
[Bruselas da la espalda a Sánchez y se opone a ampliar la excepción ibérica a toda la Unión Europea]
"Por lo que se refiere al gas, vamos a intentar obtener, al menos, la misma cosa que han logrado nuestros amigos españoles y portugueses, donde la limitación del precio del gas utilizado para producir electricidad ha dado resultados en los mercados mayoristas. Ahora tenemos precios en España que son dos o tres veces más baratos que en el resto de Europa", alega el presidente francés.
Su ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, escribió el pasado 17 de septiembre una carta a su homólogo alemán, Robert Habeck, en la que le reclama su apoyo, según informa el diario Le Figaro. Pannier-Runacher sostiene que subvencionar el gas usado para producir electricidad como España y Portugal es mucho más barato que subsidiar la factura final que pagan los consumidores, que es lo que ahora hace Francia. En España, el precio medio del megavatio hora está en 200 euros, frente a los 600 en Francia. De ahí el interés de París en generalizar a escala europea la 'excepción ibérica'.
Sin embargo, este sistema sólo puede funcionar correctamente en aquellos países con una elevada cuota de renovables o nuclear, en los que los combustibles fósiles tienen poco peso. Para resolver este problema, Francia propone a Alemania establecer una "clave de reparto de los costes (del tope al gas) entre Estados miembros, teniendo en cuenta la diversidad de situaciones nacionales".
París señala como precedente la financiación europea de los planes de recuperación Next Generation. Pero Berlín siempre se ha opuesto a poner en marcha nuevas ayudas comunitarias para la energía y rechaza cualquier intervención directa en los precios.
Reclamación histórica
Tanto Francia como Rumanía ya reclamaron aplicar la 'excepción ibérica' en la anterior reunión de ministros de Energía del 9 de septiembre. Sin embargo, extender este mecanismo únicamente a los países con baja cuota de gas (alrededor de 12 de 27) podría acabar "fraccionando" el mercado europeo de la electricidad. Si Bruselas ha dado luz verde al tope al gas en España y Portugal es porque la Península Ibérica es una isla energética, pero Francia está muy conectada y debería establecer mecanismos de ajuste en frontera.
En todo caso, el Gobierno de Macron todavía espera que el equipo de Ursula von der Leyen presente nuevas propuestas antes del 30 de septiembre. El Ejecutivo comunitario no confirma ni desmiente que vaya a hacerlo, pero asegura que sigue trabajando en "maneras de reducir los precios del gas, analizando también diversas ideas sobre topes de precios".
En paralelo, Bruselas ultima propuestas sobre herramientas para mejorar la liquidez en el mercado de las empresas energéticas. "Sabemos que las empresas energéticas se enfrentan a graves problemas de liquidez en los mercados de futuros de electricidad, lo que pone en peligro el funcionamiento de nuestro sistema energético", dijo Von der Leyen durante su discurso sobre el estado de la Unión en la Eurocámara.
"Trabajaremos con los reguladores del mercado para aliviar estos problemas modificando las normas sobre las garantías y adoptando medidas para limitar la volatilidad intradiaria de los precios. Y, en octubre, modificaremos el Marco Temporal relativo a las medidas de ayuda estatal a fin de permitir que se concedan garantías estatales preservando unas condiciones de competencia equitativas", anunció la presidenta.
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