Descarbonizar la economía de un país no es solo construir parques renovables para encender la luz en las casas. Hay sectores, como la industria, el transporte por carretera y por mar, que ven como alternativa los combustibles verdes, como el e-metanol o metanol verde. 

Sin embargo, para conseguirlos se necesita hidrógeno verde, y para ello hay que producirlo con generación renovable que no se vierta a la red eléctrica. O lo que es lo mismo, España necesita contar con un amplio excedente de producción renovable que se pueda destinar a ese uso. Es por ello por lo que el sector energético critica el reciente acuerdo entre el Gobierno y la danesa Maersk.

"España primero tiene que cumplir con sus objetivos renovables del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y después descarbonizar otros sectores del país, y por último, tiene como objetivo convertirse en el líder del hidrógeno verde de Europa", señalan fuentes del sector energético a EL ESPAÑOL-Invertia. 

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El Gobierno ha dicho en varias ocasiones que el hidrógeno renovable es una de sus prioridades, un proyecto país y, por tanto, es el que ha recibido, hasta ahora, más apoyo para el PERTE ERHA (energías renovables, hidrógeno verde y almacenamiento).

"Por tanto, resulta paradójico que se aplauda el recién anunciado proyecto de la danesa Maersk, que utilizará los recursos renovables del país para producir un combustible que quiere llevárselo fuera", añaden las mismas fuentes.

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Además, subrayan, "no solo es que habrá que plantearse cuánta capacidad renovable más necesitamos para todo, sino cuál es el ritmo al que se están haciendo ahora, los cuellos de botella de la Administración y los posibles riesgos a los que se enfrenta de no solucionarse esos problemas".

Hace unas semanas, este diario ya adelantó la preocupación que existe en el sector de las renovables por la lentitud de la tramitación administrativa, tanto estatal como autonómica.

Caducidad

Un análisis de Monitor Deloitte, un informe de la Fundación Naturgy y la alerta de patronales y compañías coinciden en el mismo mensaje: o se agilizan los trámites administrativos o en enero se cancelarán hasta 100 GW que esperan ser construidos.

Actualmente cuentan con permiso de acceso a red 145 GW; de ellos 42 GW son proyectos eólicos y 103 GW fotovoltaicos. Supera en casi tres veces los objetivos del PNIEC, que establece que para 2030 tiene que haber una potencia instalada de eólica de 50 GW (faltan 21,8 GW) y de 39 GW de fotovoltaica (faltan 22 GW para conseguirlo).

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Aún así, la pandemia y la crisis energética han empujado al Gobierno a anunciar una revisión de los objetivos en 2023, donde se prevé aumentar esos objetivos.

"El problema no solo es que no llegamos a construir la capacidad renovable al ritmo que se necesita por las trabas administrativas, es que tampoco le da tiempo a la red eléctrica a adaptarse a las nuevas estructuras. Muchas veces los parques eólicos tienen que parar porque hay congestión en los nudos y no pueden evacuar la electricidad que generan", indican las fuentes del sector energéticas consultadas por este diario.

Más renovables

Producir combustible verde que pueda sustituir a los fósiles tradicionales impulsará la demanda de electricidad renovable. El Power-to-X (PtX), como se les conoce a este tipo de carburantes, es el próximo gran reto de la descarbonización.

La X generalmente se refiere al hidrógeno, el metanol o el amoníaco, y lo que los productos tienen en común es que son combustibles que tienen su origen en la electricidad que se envía a través de una planta de electrólisis y divide el agua en oxígeno e hidrógeno. El hidrógeno se puede utilizar como gas en medios de transporte, o se puede refinar aún más en combustibles líquidos, electrocombustibles, que se pueden verter en los motores de automóviles, barcos y aviones.

La tecnología no es nueva, pero es un desafío alcanzar las cantidades necesarias para que Power-to-X tenga éxito en la transición ecológica. Entre otras cosas, se debe usar mucha electricidad.

Tomando como referencia lo que se está haciendo en los países escandinavos, pioneros en esta industria, el propio Gobierno de Dinamarca ya ha dicho que la ambición requerirá una expansión extraordinaria. Se necesitará multiplicar por más de cuatro veces la producción de energía renovable que Dinamarca produce a día de hoy.

"Estamos todos bebiendo del mismo pozo, demanda eléctrica, producción de hidrógeno verde y fabricación de metanol verde: de la generación de eólicas y fotovoltaicas. Suenan complicados los plazos propuestos por los daneses Maersk", indican fuentes del sector. 

Para producir 1 kilo de hidrógeno es necesario 60 kWh, y actualmente ya se utilizan 500.000 Tn de hidrógeno en las refinerías en España, por lo que solo para sutituir el producido con metano por energías renovables, serían 30 TWh.

"En términos medios, la fotovoltaica genera unas 2.000 horas al año, y la eólica está entre 2.500 y 4.000 horas/año. Pero ninguna tecnología genera 24 horas al día los 365 días del año. Habría que calcular cuánto necesitamos y sobre todo, cuál es la prioridad para España" concluyen las mismas fuentes.