Endesa ha presentado su plan del Nudo Mudéjar, en la comarca de Andorra, donde hasta ahora estaba su central térmica, así como en otros municipios turolenses, mediante el que se crearán 500 empleos permanentes y, en los próximos seis años, unos 6.300 para impulsar distintos proyectos y encarar “una transición más que justa”.
Así lo ha indicado en la presentación del proyecto, en terrenos de la antigua central térmica, el vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, Arturo Aliaga, quien ha elogiado el “esfuerzo” de Endesa y de los agentes sociales y económicos de la provincia.
“Ahora hay que hacerlo en cinco años y hacerlo bien”, ha manifestado Aliaga, quien ha aseverado que este proceso de transición justa “va en serio” para poner a Andorra, Aragón y España “en el mundo de la nueva economía, basada en la descarbonización”.
[Un futuro más verde para los ‘pueblos del carbón’]
El director territorial de Endesa en Aragón, Ignacio Montaner, ha dejado claro que este es “un viaje conjunto de muchísima gente”.
El proyecto incluye la creación de parques fotovoltaicos y eólicos para producir 1.200 MW, así como varias fábricas industriales, el apoyo a la agricultura y la ganadería y el impulso al turismo sostenible, ya que es un proyecto de “innovación tecnológica y social”, en palabras de la directora general de Sostenibilidad de Endesa, María Malaxechevarría.
Andorra pasará de producir energía con carbón, a generar energía limpia con una potencia instalada de 1.843,6 MW gracias a 7 proyectos renovables hibridados, 2 proyectos de almacenamiento con baterías, un proyecto de hidrógeno verde y un compensador síncrono.
“Hoy es un día muy importante para nosotros, porque los que estamos aquí creemos firmemente en este proyecto de futuro para Andorra en el que hemos trabajado durante 3 años y en el que vamos a invertir más de 1.500 millones de euros”, ha señalado el director general de Generación de Endesa durante su intervención.
Adiós a la térmica de Teruel
La central térmica de Andorra (Teruel) ha estado operativa más de cuatro décadas, creando un vínculo muy arraigado en la zona. Una vez Endesa solicitó el cierre de la central en 2019, inició su proceso de desmantelamiento y la elaboración de un plan de futuro que hoy se ha presentado en detalle y que contempla la implantación de nueva industria y el desarrollo de nueva potencia energética, esta vez, renovable.
Además de los parques renovables, se une un electrolizador de 15 MW que permitirá gestionar los excedentes de energía renovable para la producción de hidrógeno verde que ayudará a descarbonizar industrias del entorno.
Pero también la construcción de una fábrica de electrolizadores, y un compensador síncrono que permitirá verter esa energía renovable con mayor calidad favoreciendo el buen funcionamiento de la red de transporte eléctrico.