En 2022, las importaciones europeas de gas natural licuado (GNL) aumentaron en 600 TWh, lo que representa el 60% de las importaciones totales de 2021, con 400 TWh de los volúmenes adicionales provenientes de Estados Unidos. Sin embargo, el liderazgo de los americanos podría ser efímero, porque se prevé que Qatar le arrebate el primer puesto del podio en dos o tres años.
El suministro de GNL de Qatar supuso ya el 16% del total que llegó a la UE en 2022. Es el segundo mayor proveedor de la Unión Europea, después de Estados Unidos y por delante de Rusia, que aún mantiene libre de sanciones la venta del gas que llega por barco a las costas europeas.
Durante el año pasado, la compañía energética estatal del país árabe, QatarEnergy, se ha ido asociando con grandes multinacionales energéticas como Chevron Phillips Chemical Company, TotalEnergies, ExxonMobil, Shell, ConocoPhillips y Eni con acuerdos intermedios que suman ya más de 40.000 millones de dólares para impulsar la producción mundial de GNL (gas natural licuado) y multiplicarla casi por dos, de los 77 MTPA hasta los 126 MTPA (millones de toneladas anuales).
Y ahora, con el conflicto bélico y la crisis entre Europa y Putin cambiando el escenario, Qatar juega su baza. Rusia ha sido, con mucho, el mayor exportador de combustibles fósiles a Europa; sus acciones desde la invasión han roto prácticamente todos sus lazos comerciales con Europa, y en ningún escenario se prevé que sus exportaciones de combustibles fósiles regresen a los niveles previos a 2021.
Durante años la capacidad de licuefacción de GNL de EEUU fue contratada principalmente por importadores asiáticos. Y en 2022, Estados Unidos pudo mantener la operación casi a plena capacidad (excepto ciertas instalaciones durante la temporada de huracanes) redirigiendo la producción a Europa, según Bruegel.
Pero según la Agencia Internacional de la Energía, como en 2023 el mercado global de GNL continuará experimentando un crecimiento constante y se expandirá entre 200 TWh y 300 TWh, hasta que la demanda de gas natural se estabilice al final de esta década se necesita más gas en el mercado.
Qatar apuesta por el gas
Qatar tiene la tercera mayor reserva de gas natural después de Rusia e Irán, y más del 60% del producto interno bruto (PIB) del país proviene del petróleo y el gas, por lo que dada su posición, así como su gran exposición al petróleo y el gas, el país seguirá realizando grandes inversiones sin importar el ciclo del mercado.
Qatar no solo se quiere posicionar como el referente de gas natural para Europa, sino que también se está acercando a China, socavando las esperanzas rusas de desviar a Asia la mayor parte de la energía que Europa ya no compra. El país del Golfo tiene un impacto innegable en el equilibrio global de oferta y demanda de GNL y productos petroquímicos.
Según expertos del sector gasista, se está convirtiendo en la Arabia Saudí del gas natural, un proveedor de energía indispensable con vastas reservas y costes muy bajos. Ya está prácticamente empatado con Australia y Estados Unidos como el mayor productor de gas natural licuado, según publica 'The NYTimes'.
El año pasado, el país comenzó a construir cuatro nuevas terminales gigantes de producción y exportación, inversiones que aumentarán su capacidad de exportación en más de un tercio para 2026. Y las autoridades han anunciado planes para construir dos terminales más adelante en la década.
Rusia, tercer exportador de GNL
Pero ¿qué ocurre con Rusia? El país todavía exporta de 10 TWh a 15 TWh por mes de GNL a la UE. Esto no está sujeto a sanciones, pero podría ser recortado. Es probable que los futuros proyectos de licuefacción de GNL en Rusia se retrasen debido a las sanciones a las importaciones de equipos técnicos.
Mientras tanto, Bélgica, Francia y España son los principales destinos del gas que llega por barco desde Rusia, según ha confirmado el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, en un encuentro con los medios tras la presentación de los resultados de la compañía.
"No hay limitación legal a la importación de GNL ruso", ha dicho Gonzalo Aizpiri, aunque por el momento, EEUU se lleva la palma. "La planta de licuefacción estadounidense de Freeport vuelve a la actividad poco a poco, porque en el mercado hay gran liquidez, y está aumentando la demanda en Asia, aunque más lento de lo esperado".