El Gobierno ha vuelto a rescatar la idea de inicio de legislatura de añadir una fiscalidad verde al diésel, lo que lo encarecería hasta situarlo al mismo nivel de precios que la gasolina. Entonces, ese anuncio provocó un rechazo frontal del sector petrolero y de la industria automovilística, e hizo caer las ventas de los turismos diésel hasta un tercio e su mercado, según datos de la Agencia Tributaria.
Pero la transición hacia la movilidad sostenible también se ha impulsado con otras medidas, como un impuesto de matriculación que penaliza a los que superan ciertos niveles de emisión de CO2, y favorece a híbridos y eléctricos.
Además, Bruselas puso la puntilla en marzo pasado con la prohibición de vender nuevos coches de gasolina, diésel o híbridos en toda la Unión Europea a partir de 2035.
Aún así, según el informe 'Transición posible' realizado por la cadena de estaciones de servicio automáticas Plenoil, el 50,3% de los españoles no se plantea comprar un vehículo eléctrico en los próximos años.
Entre las principales causas que llevan a 1 de cada 2 adultos a descartar la opción de adquirir un coche eléctrico está su elevado precio (para el 61,3% de los encuestados), la escasez de puntos de recarga (46,6%), el tiempo de carga (35,7%), el precio de la electricidad (32,6%) y la idea de que este tipo de coches no son el futuro (27,4%). En cuanto a comunidades, vascos, cántabros y gallegos son los que menos se plantean la compra de un coche eléctrico.
Caída de ventas
Sin embargo, las cifras apuntan en otra dirección. Durante el pasado mes de mayo se matricularon un total de 92.025 coches, lo que supone un crecimiento del 8,2% respecto al mismo mes del pasado año según datos de matriculaciones de la DGT recabados por EL ESPAÑOL.
Sin embargo, el diésel se hunde de nuevo con una caída del 18%, lo que le deja con una cuota de mercado inferior al 13%, todo lo contrario que los eléctricos puros y los híbridos. De hecho, estos últimos, los híbridos (incluido los híbridos ligeros) son casi el 30% del total de las ventas.
Y en el segmento de vehículos de ocasión, según el barómetro de cochesnet, el diésel sigue en caída libre, si se tiene en cuenta el precio de venta.
El precio medio de oferta de esta tipología de vehículos cayó un 6,2% en mayo respecto al mismo mes del año anterior, hasta situarse en los 17.026 euros.
Los de gasolina siguieron el mismo camino y registraron un descenso del 2,7%, situándose en los 19.254 euros. En cambio, el precio medio de oferta de los híbridos y eléctricos usados sigue la dirección inversa y en mayo ha alcanzado los 33.117 euros, un 3,4% más que hace un año.
El precio del vehículo de ocasión en mayo se ha situado en nuestro país en los 19.108 euros, un 0,3% más que el pasado mes de abril, pero un 2,1% por debajo que hace un año, lo que confirma la tendencia a la baja en los precios de los coches usados que se inició hace ya cuatro meses, concretamente, el pasado febrero, tras más de dos años seguidos de fuertes subidas.
Biocombustibles al alza
La Agencia Internacional de la Energía acaba de publicar 'Oil 2023', las perspectivas sobre la demanda de petróleo los próximos 5 años, y asegura que el último gran aumento en la demanda de petróleo será en 2023, para bajar a menos de 1 millón de barriles diarios en los próximos años.
El crecimiento de la demanda mundial de petróleo se desacelerará casi hasta detenerse en los próximos años, con los altos precios y las preocupaciones sobre la seguridad del suministro destacadas por la crisis energética mundial que aceleran el cambio hacia tecnologías energéticas más limpias.
En particular, se espera que el uso de petróleo para combustibles de transporte decaiga después de 2026 a medida que la expansión de los vehículos eléctricos, el crecimiento de los biocombustibles y la eficiencia en el consumo de combustible reduzcan el consumo.
"Los productores de petróleo deben prestar mucha atención al ritmo creciente del cambio y calibrar sus decisiones de inversión para garantizar una transición ordenada", ha dicho el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
Además, según Bank of America, se han desplomado los precios RIN (números de identificación renovable o Renewable Identification Numbers), los créditos utilizados para el cumplimiento del programa RFS (Renewables Fuel Standard). Los RIN D4 (biomasa), D5 (avanzado) y D6 (renovable) cayeron alrededor del 25%, a sus niveles más bajos desde principios de 2022. Y los RIN D3 (celulósica) han caído de 2,75 euros en diciembre a 1,90 euros a principios de enero.