Cuenta atrás para las Elecciones Generales del 23J que marcará el rumbo de la política energética. Pero los programas electorales en esta materia de los dos grandes partidos, PP y PSOE, tienen muchas semejanzas, aunque difieren en puntos como la 'excepción ibérica' o el futuro de las nucleares.
También coinciden en varios aspectos con el plan de energía y clima de Sumar, pero esta coalición de izquierdas prefiere apostar por una estrategia basada en un mayor control público del sector. El más alejado es Vox, especialmente porque al negar la existencia del cambio climático, sus políticas energéticas ya no concuerdan con el resto de formaciones.
Entre los objetivos de los dos grandes partidos está la lucha contra el cambio climático, la apuesta por el desarrollo de más capacidad renovable y el cumplimiento de los acuerdos internacionales o europeos.
También coinciden en impulsar la industria en España como garante de empleo de calidad, estable y de fijación de población en otros entornos que no sea el urbano.
Precisamente en este punto coincide Sumar, al proponer que orientará "a la creación de empleo el potencial que se deriva del cambio de modelo de crecimiento y, en particular, del proceso de reindustrialización vinculado a la transición energética".
Siete semejanzas
La política energética de los dos grandes partidos coincide en:
1- Tanto PP como PSOE quieren que España sea líder en energías renovables. El primero asegura que hay que "aprovechar las enormes oportunidades de los recursos renovables, que permitan lograr un mix energético equilibrado y una energía barata para los consumidores y nuestras empresas". El segundo asegura que "vamos a seguir desplegando un modelo energético eficiente y renovable, que atraiga empresas y genere empleo de calidad".
2- Ambos apoyan la futura industria del hidrógeno y el almacenamiento. "Fomentaremos el desarrollo del hidrógeno verde como vector energético y de almacenamiento", incluyendo el biogás y el biometano, dice el programa del PP. El PSOE quiere impulsar "la innovación en el sector energético a través del almacenamiento energético, la gestión de la demanda, así como el hidrógeno renovable y otros gases renovables".
3- También se quiere intervenir en la factura energética. Tanto uno como otro buscan opciones que faciliten a los hogares a tener el precio de la luz y el gas más barato posible.
4- El sector industrial es un activo importante para Alberto Núñez Feijóo y para Pedro Sánchez. El primero lo confirma asegurando que quiere "potenciar el peso de la industria en nuestra economía", y por ello "proponemos una Estrategia Nacional de Reindustrialización y un Plan Estratégico para la Industria".
El PSOE señala que "una industria fuerte y competitiva es esencial para el crecimiento de la economía española", pero además, se debe hacer "promoviendo una industria más verde, resiliente, digital e inteligente, alineada con la política industrial comunitaria". Por tanto, también quieren aprobar una "Estrategia Española de Impulso Industrial 2030, alineada con la de la Unión Europea, para explotar nuestras fortalezas y oportunidades". Además, acelerará "una propuesta para reformar y aprobar en el parlamento cuanto antes la Ley de Industria".
5- Proteger el medioambiente. Los dos grupos políticos incluyen en su hoja de ruta cuidar de la naturaleza. El PSOE señala que "nuestra segunda prioridad será seguir avanzando en una transición ecológica, que proteja el medioambiente", y el PP dice que "la sostenibilidad ambiental y la lucha contra el cambio climático se encuentran entre los principales retos que tenemos como sociedad".
Por eso, asegura que impulsará "la protección de los espacios naturales y la biodiversidad, especialmente en los ecosistemas acuáticos y humedales".
6- El problema del agua en España también ocupa y preocupa a ambos líderes políticos. El PSOE señala que es su "prioridad garantizar el acceso al agua de las generaciones presentes y futuras", y el PP que buscará "un pacto nacional del agua y energía limpia y barata para todos y para siempre".
Y ambos dos enlazan este asunto a la agricultura. "La eficiencia en el uso del agua será un elemento fundamental para la mejora de la sostenibilidad y competitividad de las explotaciones agrarias", dice el PSOE.
"Impulsaremos un regadío moderno y sostenible, eficiente en el uso del agua y la energía, que genere una agricultura de mayor valor añadido y capacidad para generar empleo", dice el PP.
7- La descarbonización es la suma de todos los planes. Reducir las emisiones de CO2 para el PP implica "impulsar la descarbonización de sectores difícilmente electrificables". Y Pedro Sánchez ha destacado en la presentación de su programa electoral que "hoy España es uno de los referentes europeos y mundiales de la transición ecológica". "Hemos reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en un 14%", añadió el socialista.
Diferencias con Vox y Sumar
También hay muchas coincidencias con Sumar. Por ejemplo, en política industrial, quiere reindustrializar España mediante el impulso de la transición energética, y en reducir drásticamente las emisiones de CO2 así como la dependencia externa de los combustibles fósiles. Además de bajar lo máximo posible la factura energética o convertir a España en una potencia 'verde'.
Sin embargo, hay otras posiciones que difieren mucho. Es el caso de su propuesta para "potenciar el papel y la intervención" del Estado en el sector de la energía, creando una empresa pública. De hecho, incluso incluye que empresas como Endesa o Iberdrola sean 'troceadas' para separar el negocio de distribución del de la comercialización.
También incorpora un capítulo especial al transporte sostenible. Lo llama Misión España vanguardia de la electromovilidad. Eso quiere decir que el Gobierno debería acompañar la reconversión de la industria de la automoción hacia la cadena de valor completa de la electromovilidad.
Y el más alejado de todas las posturas es Vox. En su Agenda España señala que "las agendas globalistas no tienen ningún plan realista que garantice la preservación del medioambiente y sus medidas únicamente van destinadas a crear un orden político nuevo".
También habla de que estas agendas van encaminadas a la imposición de una nueva religión climática en Occidente, y que España corre el riesgo de arruinar su presente y su futuro por ello. Por supuesto, está en contra de lo que se llaman "impuestos verdes", porque este cambio no debe recaer sobre los "hombros de los españoles". Y por último, asegura que para proteger el medio natural "el ser humano debe ser el principal protagonista".
Vox está en contra de las medidas que existen actualmente para reducir las emisiones de CO2, porque con "la interconexión de las cuencas y la reforestación" es suficiente para absorber el CO2.
También habla de proteger una soberanía energética basada en una energía barata, sostenible, eficiente y limpia, pero no concreta cuáles son. Lo que sí incluye es la supresión de los impuestos que pesan sobre la factura de la luz para pagar las renovables del pasado. Y como colofón, quiere detener el cierre súbito de plantas energéticas que ha sido provocado por imposición de "la nueva religión climática".