EiDF, cuatro meses después de su suspensión de cotización por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha presentado sus cuentas del ejercicio 2022, tras ser reformuladas después de las discrepancias con su auditor PwC, y ha anunciado que abordará un plan para reforzar su Gobierno Corporativo y los procedimientos de control interno, informó la compañía.
Asimismo, el grupo, dentro de esa reformulación para adaptarse a las recomendaciones del informe realizado por Deloitte -compañía que contrató en abril para realizar un análisis forensic-, ha tomado medidas financieras para alcanzar un fondo de maniobra positivo que asciende a 12,5 millones de euros a día de hoy.
EiDF también ha procedido a revisar su criterio de consolidación e integra a diversas SPVs, o empresas de inversión fotovoltaicas, participadas y que en 2021 reflejaba en su consolidado por puesta en equivalencia.
La firma gallega destacó que esto supone que adopta "un criterio contable más conservador al no reconocer los ingresos y el margen hasta la venta de los activos o su puesta en producción".
De esta manera, la empresa especializada en instalaciones de autoconsumo de energía solar fotovoltaica espera así que pueda volver a levantarse la suspensión de cotización que pesa sobre ella desde mediados de abril. También indicó que sus cuentas anuales de 2022 "superan con creces" tanto las del año anterior como las más optimistas de su plan de negocio.
En concreto, la empresa cerró el ejercicio 2022 con una facturación de 369,6 millones de euros, un 23,6% por encima de la prevista en su plan de negocio, publicado en junio del año pasado, y un 91% superior a los 193,85 ingresos proforma de 2021.
Por su parte, el resultado de explotación agregado de EiDF Solar se situó en los 33,76 millones de euros, un 1.237% por encima de los 2,53 millones proforma de 2021.
El pasado 14 de abril, la CNMV decidió suspender la negociación de EiDF Solar. Días después, el grupo anunció que no podía presentar sus cuentas correspondientes al ejercicio 2022 dentro del plazo legal, que expiraba a finales de ese mes. Además, dijo que estaba trabajando en la contratación de una tercera firma asesora, junto con las que entonces trabajaba -PwC y KPMG-, para elaborar su información financiera.
Una semana después contrató los servicios de Deloitte para llevar a cabo "una investigación tendente a analizar y a recabar evidencias relativas a incidencias y/o discrepancias" mantenidas con PwC en el proceso de auditoría de sus cuentas del año pasado.
Revalorización en bolsa
EiDF vio cómo su cotización en el ejercicio 2022 pasó de 4,8375 euros por acción a inicio de año a un precio a la fecha de cierre del ejercicio de 28 euros por acción, lo que supuso una revalorización anual del 479%.
De hecho, cuando fue suspendida en abril el grupo cotizaba a 29,76 euros, lo que le daba una capitalización de más de 1.721 millones de euros, siendo uno de los valores con más valor del BME Growth.
Deloitte concluyó su informe el pasado 26 de julio y EiDF procedió así a ajustar sus cuentas al resultado del mismo. Las correcciones recomendadas fueron las de un ajuste contable de 1,7 millones en la facturación del grupo por una diferencia de criterio contable en el grado de avance de unas obras.
El informe también señaló la existencia de deficiencias en los procedimientos documentales, lo que ha implicado la puesta en marcha por la compañía de un plan de actuación para, en el corto plazo, reforzar el Gobierno Corporativo y los procedimientos de control interno.
En este sentido, EiDF indicó que ha encargado a una firma de reconocido prestigio la búsqueda de perfiles que deberán reunir, entre otras características, el conocimiento del sector y la experiencia contrastada en la implantación de entornos de gestión integrados con niveles de control y segregación de funciones para una compañía del crecimiento e implantación como el actual.
Búsqueda de un CFO y un COO
Asimismo, y dentro de este proceso de reorganización corporativa, se ha incluido la valoración de la reordenación de las funciones ejecutivas, con el propósito de acomodarse a las modernas tendencias de gobierno corporativo, proclives a evitar la concentración de poderes en personas concretas.
Además, la compañía ha encargado la selección de un director financiero (CFO) y de un director de operaciones (COO) para reforzar el equipo gestor.
En el consejo de administración que aprobó las cuentas anuales de EiDF, celebrado el pasado 12 de agosto, en un punto previo a la formulación de las cuentas, la consejera ejecutiva Mercedes Rey presentó su dimisión como consejera, si bien mantiene su posición como directora financiera de EiDF.
Por otro lado, el grupo señaló que ha atendido el párrafo de énfasis de su auditor y le ha dado la vuelta al fondo de maniobra del grupo mediante la amortización de pagarés por un importe de 13,2 millones de euros, la venta de PPAs el pasado 14 de agosto, por importe de 26 millones de euros, y la obtención de un 'waiver' de Iberian Direct Lending Fund por 19,5 millones de euros. Esto sitúa su fondo de maniobra en positivo, en 12,5 millones de euros, a día de hoy.
El consejero delegado de EiDF, Fernando Romero, consideró que las incidencias documentales y las diferencias contables son "consecuencia del gran crecimiento operativo del grupo, que ha superado con creces al del plan de negocio, lo que nos obliga a hacer un reajuste como compañía para fortalecer su estructura y su Gobierno Corporativo y, así, cumplir con los correspondientes criterios de auditoría".
No obstante, defendió que lo que queda claro del ejercicio 2022 y de la operativa de este año es que la compañía "responde a una demanda creciente de la industria española como es la eficiencia energética".