Primer proyecto de captura de carbono a escala de megatoneladas de China.

Primer proyecto de captura de carbono a escala de megatoneladas de China. Sinopec

Observatorio de la Energía

Sólo 1 de cada 5 proyectos europeos de captura de CO2 está avanzado: lidera Reino Unido y España está a la cola

En EEUU y Canadá la industria del etanol alberga la mayoría de las instalaciones en operación, construcción o desarrollo, unas 69.

21 marzo, 2024 02:57

La captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) representa una parte importante de la cartera de tecnologías necesarias para alcanzar las cero emisiones. Aunque en los últimos años se ha producido un considerable incremento de los anuncios de inversión, sólo uno de cada cinco proyectos de captura de CO2 comunicados para 2030 está avanzado o funcionando.

Si hablamos de los proyectos de almacenamiento, la proporción incluso se reduce a uno de cada siete, según recoge la base de datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

En este sentido, los últimos datos de Global CCS Institute revelan que, mientras países como España se mantienen a la cola de Europa, sin ninguna instalación comercial, otros como Estados Unidos o Reino Unido han tomado la delantera mundial.

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En Estados Unidos y Canadá la industria del etanol alberga la mayoría de las instalaciones de captura de carbono (69) en operación, construcción o desarrollo. Las instalaciones de transporte y almacenamiento de CO2 son la segunda industria más prolífica, con 48 instalaciones en proceso.

La CCS (captura y almacenamiento de carbono) está ganando impulso en la producción de amoníaco, hidrógeno y fertilizantes, así como en la generación de energía y calor, con 25 y 28 proyectos, respectivamente, en el proceso de desarrollo o en operación. El procesamiento de gas natural representa 16 proyectos de CCS en la región. En general, hay 21 instalaciones operativas, nueve en construcción, 80 en desarrollo avanzado y 92 adicionales en desarrollo temprano.

Al otro lado del Atlántico, Reino Unido encabeza el desarrollo. En marzo de 2023 el gobierno británico hizo un nuevo compromiso de financiación para la captura, utilización y almacenamiento de carbono en su presupuesto de primavera.

Su objetivo era invertir 20.000 millones de libras (unos 23.400 millones de euros) para el desarrollo temprano de la tecnología, como parte de su objetivo más amplio de alcanzar cero emisiones netas para 2050. Pretende atrapar de 20 a 30 millones de toneladas de CO2 por año.

El caso de España

En España, Repsol ha presentado una solicitud al Ministerio de Transición Ecológica para obtener los permisos requeridos con el fin de realizar investigaciones para el almacenamiento de CO2 en un área marina ubicada frente a la costa de la provincia de Tarragona.

All4Zero, el hub de innovación tecnológica e industrial de Repsol, Iberia, ArcelorMittal y Holcim, lanzado en septiembre de 2023, también se ha marcado entre sus retos la captura de carbono. Hasta este viernes 22 de marzo está abierta una convocatoria para que startups le presenten sus proyectos.

Estas candidaturas serán valoradas por equipos de científicos y expertos de All4Zero, que seleccionarán hasta diez soluciones para desarrollar pruebas de concepto en los centros industriales de los miembros del hub.

Según la AIE, dos tercios de las decisiones de inversión final tomadas en 2023 a nivel mundial involucraron estos casos de uso, en comparación con sólo el 40% en 2022. Pero se necesita una mayor ambición en algunos sectores, particularmente en la industria, que actualmente representa menos del 10% de la capacidad anunciada.

Se necesitaría alcanzar una cuarta parte de todo el CO2 capturado para 2030 en el Escenario de Cero Emisiones de la AIE.

Compromiso mundial

En abril del año pasado, en el Foro de las Principales Economías, se lanzó el Carbon Management Challenge (CMC), un llamado a la acción conjunta para que los gobiernos aceleren el despliegue de tecnologías de CCUS.

A principios de 2024, 19 países y la Comisión Europea ya se habían sumado a esta iniciativa, cuyo objetivo es gestionar al menos 1.000 millones de toneladas de CO2. Eso sí, hasta la fecha, los compromisos de inversión en esta tecnología de los participantes representan poco menos del 15% de la meta marcada.

Canadá finalizó su estrategia de gestión del carbono a finales del año pasado, mientras que la Comisión Europea lanzó su hoja de ruta a principios de 2024, la cual establece un enfoque político integral para ayudar a la Unión Europea a desarrollar al menos 50 millones de toneladas de capacidad para 2030 y 280 millones de toneladas para 2040. Otros países europeos (incluidos Francia y Alemania) están desarrollando también sus propios planes.