El precio de los carburantes encadena varios meses al alza. La gasolina y el diésel ya se sitúan en unos niveles que no se veían desde el pasado mes de octubre. Mientras, el conflicto en Oriente Próximo mantiene en tensión los mercados internacionales del petróleo, cuya cotización tiene un impacto directo en el precio de los combustibles.
Según los datos del Ministerio de Transición Ecológica, la gasolina 95 alcanza un precio medio de 1,696 euros por litro en la Península Ibérica y Baleares, lo que supone un incremento cercano al 10% en lo que va de año. El gasóleo A, por su parte, se sitúa en 1,571 euros/litro, un 5% más que al cierre de 2023. A estos niveles, llenar un depósito medio -de 55 litros- costaría al consumidor más de 93 euros para gasolina y 86 euros para diésel.
El precio del crudo es uno de los principales determinantes del precio de los carburantes, junto con los impuestos y la oferta-demanda. Si el precio del petróleo crudo aumenta en el mercado internacional, es muy probable que también aumente el precio de la gasolina.
En lo que va de año, el petróleo se ha encarecido un 15%, en un contexto de tensiones geopolíticas y recortes de producción. En la noche del pasado domingo 14 de abril, Irán llevó a cabo un masivo ataque de drones y misiles dirigidos hacia Israel. Durante los últimos seis meses, ambos países han estado al borde de un conflicto directo debido a la guerra entre Israel y los militantes de Hamás en la Franja de Gaza.
La escalada de tensiones en Oriente Próximo llevó al precio del barril de petróleo Brent, utilizado como referencia en Europa, a dispararse más del 4% antes de la apertura del viernes de los mercados europeos, superando brevemente los 90 dólares por barril. El alza se producía tras recibir informes sobre la posible respuesta de Israel a Irán en represalia por el ataque iraní del sábado.
Previsiones
El economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Pierre-Olivier Gourinchas, aseguró esta semana que un escenario con "más tensiones geopolíticas provocaría precios elevados del petróleo, de la energía y de los costes de envío".
Pese a ello, los analistas mantienen cierto optimismo. "El Brent resistirá ante el conflicto de Irán y se mantendrá entre los 80 y 95 dólares hasta el próximo movimiento de la OPEP+ en su reunión del mes de junio, aunque la incertidumbre ante posibles sanciones o variaciones del flujo del crudo debidas a esta guerra ha provocado que las cotizaciones incluyan una prima de riesgo geopolítico de 10 dólares el barril", aseguran los expertos de la consultora energética Tempos Energía.
Estas tensiones geopolíticas seguirán generando "presiones al alza en los precios del petróleo". Sin embargo, "analizado en términos de fundamentos económicos", los mercados están ahora "más equilibrados por varias razones", explica Carlos Balado, profesor de OBS Business School y director de Eurocofín.
En primer lugar, "la OPEP ha extendido su recorte en la producción de 2,2 millones de barriles diarios y produce menos de lo que podría producir para mantener el precio del crudo relativamente alto hasta finales de junio, con el objetivo de limitar caídas en los precios ante los temores de una menor demanda china", afirma.
"A pesar de esta medida, la cotización del Brent ha permanecido estable y es previsible que se mantenga así en el corto plazo. El rango actual de precios permite a la gran mayoría de los países miembros alcanzar el equilibrio en sus cuentas fiscales, como ocurre con Arabia Saudí –el mayor productor del grupo– que tiene a 80 dólares/barril", continúa.
Como segundo punto, Balado destaca que la capacidad ociosa del cártel (producir menos petróleo del que podría para obtener un mayor retorno) está hoy en día por encima de 6,5 millones de barriles diarios y representa un 20% de la capacidad de producción total, un 25% por encima del promedio histórico. "No existen mayores incentivos para intensificar los recortes en el corto plazo con el consiguiente efecto de subida de precios".
En tercer lugar, "2023 fue un nuevo año récord en la producción de crudo en Estados Unidos, y esto proporciona más estabilidad por el lado de la oferta", argumenta. EEUU es por sexto año consecutivo el mayor productor de crudo del mundo, por encima de Rusia, en más de 3 millones de barriles diarios, y de Arabia Saudí, en más de 4 millones de barriles.