Endesa gana 800 millones de euros en el primer semestre de 2024, un 9% menos que en el mismo periodo del año anterior. La compañía normaliza la evolución de sus ganancias tras un primer trimestre de caída de precios del gas, en el que se vio también afectada por el registro del impuesto a las energéticas del Gobierno.
El resultado bruto de explotación (ebitda) de la compañía dirigida por José Bogas cae un 2,5% en los seis primeros meses del año, hasta los 2.413 millones de euros La normalización del negocio de generación térmica convencional fue compensada por el crecimiento en renovables, comercialización y redes.
Esta mejora en el segundo trimestre le permite encaminarse a cumplir sus previsiones anuales. Estas metas pasan por lograr un ebitda de entre 4.900 y 5.200 millones, y un resultado ordinario neto de 1.600-1.700 millones.
El resultado ordinario neto (el que se tiene en cuenta para el reparto del dividendo) cae el 12%, a 772 millones. Mientras, los ingresos se reducen un 21%, hasta 10.416 millones de euros.
La inversión durante el semestre alcanzó los 924 millones, lo que representa una disminución del 16%. El 70% de esta inversión se destinó a redes (44%) y renovables (22%).
En este sentido, Endesa anticipa finalizar próximamente el proceso de venta de una participación minoritaria en su cartera de proyectos solares en operación en España, que suman 2.000 megavatios (MW).
En cuanto a la evolución del endeudamiento de la compañía, aumentó ligeramente la deuda financiera neta hasta los 10.800 millones, mientras que en términos brutos se redujo un 1%, hasta los 13.600 millones.
El coste del pasivo se situó en el 3,6% desde el 3,2% de final del pasado año. La ratio de apalancamiento (deuda financiera neta en relación al ebitda de los últimos 12 meses) se mantuvo prácticamente estable: 2,9 veces a final de junio desde las 2,8 veces de cierre de 2023.
Durante la presentación de resultados, Bogas puso el foco en Canarias para destacar que la flota de generación térmica está obsoleta y que la regulación actual no respalda adecuadamente las necesidades de inversión.
Recordó en este sentido los dos concursos lanzados por el Gobierno, el de emergencia que ha derivado en la adjudicación de 155 MW sobre los 250 MW licitados; y el proceso de concurrencia competitiva para cubrir otros 1.361 MW.
Además, en relación al incremento del 30% de la tasa Enresa hasta 10,36 euros/MWh en vigor desde el pasado 1 de julio, la compañía se ha reafirmado en su análisis de que este alza no está alineada con el protocolo nuclear de 2019 y pone en riesgo la viabilidad económica de las centrales atómicas.