Europa no sufrirá una nueva crisis energética como en 2022 si Ucrania cierra el paso de gas ruso por su territorio
El acuerdo sobre el tránsito de gas ruso por Ucrania expira en diciembre de 2024, y Kiev no quiere prorrogarlo ni firmar un nuevo contrato.
14 agosto, 2024 01:54Se cuentan los días para cerrar definitivamente uno de los dos gasoductos que aún envían gas ruso a Europa. Es el Urengoy-Pomary-Uzhgorod, construido en la época soviética, que transporta gas desde Siberia Occidental por Ucrania en dirección a Eslovaquia.
En diciembre de 2019, Moscú y Kiev firmaron un acuerdo a largo plazo de cinco años para el tránsito de gas ruso a través de Ucrania: 45 bcm en 2020 y 40 bcm por año entre 2021 y 2024. El acuerdo sobre el tránsito de gas ruso a Europa a través de Ucrania expira a finales de diciembre de 2024, y Kiev ha dicho que no tiene intención de prorrogarlo ni de firmar un nuevo acuerdo.
Y aunque hay incertidumbre en los mercados, se espera que como Europa, y especialmente Alemania, ha dado un giro radical en su política energética, tumbando la dependencia del gas ruso, se podría evitar una crisis energética como la de 2022.
"Desde el punto de vista técnico no tiene ninguna complejidad dejar de bombear (aquí nos estamos refiriendo a un compresor realmente) o en cerrar el grifo (que sería cerrar una válvula) en un gasoducto", explican fuentes del sector gasista europeo a EL ESPAÑOL-Invertia.
"La impresión es que si Ucrania permite que pase el gas ruso es porque Europa se lo ha pedido, si por ellos fuera no pasaría gas a día de hoy", añaden.
"Pero Europa podría sorprender y anunciar que no necesita más gas ruso (al menos por ese gasoducto). Alemania ha resuelto sus problemas de suministro gracias al desarrollo de sus plantas de almacenamiento y regasificación flotantes (FSRU), otro tanto ha hecho Francia y Noruega ha disparado su capacidad de producción".
Antes de la guerra de Ucrania de 2022, Rusia suministraba cerca del 45% del gas de la Unión Europea, pero ya apenas supone el 8% (menos del 15% si se contabiliza el GNL -gas natural licuado-, según datos de la Comisión Europea).
Gasoducto por Ucrania
Sin embargo, sí podrían sufrir los principales compradores de gas por esa vía, Hungría, Eslovaquia y Austria, entre otros. "Por eso estos países están intentando contratar a Rusia el suministro de este gas cuando expire el contrato ya que Ucrania ha repetido en innumerables ocasiones que no lo va a extender", explican las mismas fuentes a este diario.
"El suministro de gas no peligra en cifras totales en lo que sería el agregado de Europa pero estos países del centro de Europa sí podrían sufrir escasez puntualmente al ser complicado llevar gas hasta allí desde otros puntos", explican los expertos.
"Si España, Francia, Alemania, Bélgica y Holanda están bien suministrados, y parece que es así, el TTF, el índice holandés de referencia, podría estar a precios normales y el precio de Austria podría ser mucho más alto". Pero solo ocurriría en caso de congestión en las infraestructuras.
En 2023, se suministraron a través de este gasoducto unos 14.650 millones de metros cúbicos (bcm) de gas, lo que equivale a la mitad de las exportaciones rusas de gas natural a Europa. El consumo de gas de la UE se redujo a 295 bcm en 2023.
El gas ruso ha sido sustituido por importaciones de gas natural licuado (GNL): Estados Unidos ha aumentado su cuota del mercado del gas de la UE a 56,2 bcm en 2023, desde 18,9 bcm en 2021. Por su parte, Noruega aumentó su participación a 87,7 en 2023 desde 79,5 bcm en 2021. Otros proveedores fueron los países del norte de África, Gran Bretaña y Catar.
Rusia gana, Ucrania pierde
Con estos mimbres, mantener abierto el gasoducto le interesa especialmente a Rusia.
"En cuanto a los intereses de Ucrania por el dinero que recibe del tránsito de este gas no es nada atractivo, si hablamos en órdenes de magnitud podríamos considerar algo así como alrededor de 1 o 2 euros para Ucrania y 40 euros para Rusia por cada MWh de gas, a día de hoy", explican las fuentes expertas.
"Ucrania recibe el dinero por dos contratos logísticos del uso de su infraestructura (el de tránsito y del interconexión) y Rusia es un contrato de suministro de gas, por tanto, uno tiene un precio fijo y el otro depende del precio del mercado, que ha llegado incluso a ser de más de 300 euros/MWh". Los dos contratos expiran a final de año.
"Lo más probable es que ese ruta se cierre a final de año", aseguran. Si es así, se cerraría cerca de la mitad de las exportaciones de gas natural por gasoducto de Rusia a Europa. La propietaria de las infraestructuras, Gazprom, que posee alrededor del 16% de las reservas mundiales de gas y emplea a casi medio millón de personas, fue en su día uno de los imperios corporativos más poderosos de Rusia, tan poderoso que era conocido como "un Estado dentro del Estado".
Pero la pérdida del mercado europeo del gas, alguna vez su principal mercado de ventas, le ha empujado a una pérdida neta de 629.000 millones de rublos en 2023, su primera pérdida anual en más de 20 años.
La única otra ruta de gasoducto operativa hacia Europa es Turkstream, bajo el Mar Negro. "En ese caso sería complicado que el gas llegase a Alemania, el motor industrial de Europa, pero no hay duda de que se han hecho bien los deberes y ahora Europa ha reducido (y reducirá aún más) su dependencia energética de Rusia", concluyen las fuentes.