Europa camina a buen ritmo hacia las energías renovables. Tanto es así que en 2022, la energía solar superó, por primera vez en la historia, al carbón en la generación de electricidad.
La proporción de energía solar en la producción total de electricidad de la UE fue de 210.249 GWh renovables, en comparación con los 205.693 GWh del combustible fósil, según los datos de Eurostat. En este sentido, Polonia y la República Checa son las únicas naciones europeas que siguen produciendo carbón. Nueve países de la UE ni siquiera lo consumen.
Paralelamente, ese mismo año, también se produjo un marcado aumento de las importaciones de carbón. Un repunte que la Agencia de datos de la UE atribuye a los países que lo almacenan.
Por el momento, los datos preliminares de 2023 muestran que la producción y el consumo de carbón en la UE cayeron a sus niveles más bajos registrados, lo que representa una caída interanual de 22 puntos porcentuales. Con un 37% y un 27% respectivamente, Alemania y Polonia se mantuvieron firmes en la cima del ranking de consumidores de este material. De hecho, solo Polonia lo utiliza como fuente principal de generación de electricidad.
El lignito, una categoría de carbón con menor contenido energético que se utiliza en la generación de electricidad en nueve países de la UE, también mantiene uso, siendo la fuente de 241.572 GWh de electricidad.
Cae el carbón ruso
Las estadísticas también demuestran que la tasa de dependencia de las importaciones de carbón alcanzó su punto más alto en 2022, con un 74,4%. A diferencia de años anteriores, en los que los países de la UE informaron principalmente de reducciones de reservas, en 2022 incorporaron 9 millones de toneladas de carbón (hulla, con más poder calorífico) a sus reservas, la primera acumulación de reservas desde 2019 y la más alta desde 2008.
A pesar de su pico en 2022, la tasa de dependencia de las importaciones de hulla sigue siendo inferior a la del petróleo y el gas natural (ambas por encima del 97%).
En 2022, Rusia siguió siendo el mayor proveedor de hulla a la UE con un 24%, por delante de Estados Unidos (18%) y Australia (17%). Sin embargo, tras la prohibición de la UE de importar hulla de Rusia, que entró en vigor en agosto de 2022 debido a la guerra contra Ucrania, las importaciones de Rusia cayeron a 27 millones de toneladas en 2022, lo que supone una disminución del 45% en comparación con 2021.
Los datos mensuales preliminares sugieren que en 2023 la producción y el consumo de carbón en la UE disminuyeron hasta sus niveles más bajos registrados, alcanzando 274 millones de toneladas (-22% en comparación con el año anterior) y 351 millones de toneladas (-23%) respectivamente.
Con una disminución de más de 100 millones de toneladas en el consumo de carbón, esta parece ser una de las mayores disminuciones anuales históricas observadas para el combustible en la UE.