Un agricultor frente a unas bolsas de fertilizantes

Un agricultor frente a unas bolsas de fertilizantes Reuters

Observatorio de la Energía

Rusia cambia las exportaciones de gas a la UE por amonio y urea y hunde la industria de los fertilizantes europeos

Las importaciones de urea rusa a la UE se han duplicado y Francia importa el 80% de sus necesidades de fertilizantes del país.

27 agosto, 2024 02:24

Europa está cambiando su dependencia del gas natural de Rusia por el de los fertilizantes baratos (amonio y urea). En sólo tres años, las importaciones de urea rusa de la UE se han duplicado, y en el caso concreto de Francia, ya importa el 80% de sus necesidades de fertilizantes del país. "Los fertilizantes rusos son el nuevo gas", advierten los productores comunitarios.

Las ventas de fertilizantes rusos son una importante fuente de ingresos y divisas para Moscú y su espantosa maquinaria de guerra. Según publica la asociación europea del sector, Fertilizers Europe, las ventas de este producto generaron ingresos por más de 1.500 millones de euros en 2022-2023. Y ahora, Rusia ha introducido un impuesto del 10% a las exportaciones de fertilizantes y un tributo a los beneficios excedentes.

"A medida que Rusia regula los precios del gas y los mantiene bajos, ha hecho posible que los fabricantes de fertilizantes rusos rebajen los precios para los productores de la Unión Europea", dice la patronal europea del sector.

El mayor productor de amoníaco de Alemania ha advertido de que la capacidad europea podría desaparecer por completo si Europa no pone límites a la entrada de este producto.

"En estos momentos nos están inundando los fertilizantes de Rusia, que son significativamente más baratos que los nuestros, por la sencilla razón de que ellos pagan una miseria por el gas natural en comparación con nosotros, los productores europeos", decía hace unas semanas Petr Cingr, director ejecutivo de SKW Stickstoffwerke Piesteritz, el mayor productor de amoníaco de Alemania.

"Si Europa no actúa, la capacidad de producción de Europa desaparecerá", añadía.

Esas afirmaciones coinciden con las de Svein Tore Holsether, director ejecutivo de Yara International, uno de los mayores productores mundiales de fertilizantes minerales basados en nitrógeno. En abril dijo que Europa estaba "caminando dormida" hacia la dependencia de los fertilizantes rusos.

Las sanciones de Europa establecen exenciones para las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes. Bruselas no quiere resucitar el miedo a una crisis alimentaria como la de 2022. 

Entonces, el precio máximo del gas dio lugar a un aumento del coste de los fertilizantes del 149% en comparación con el año anterior, lo que tuvo una repercusión directa en la agricultura. 

Gas natural para fertilizantes

El gas natural es la materia prima principal del amoníaco, el componente básico de todos los fertilizantes nitrogenados, y representa entre el 70% y el 90% de los costes de producción.

En el verano de 2022, cuando el precio del gas natural en Europa se disparó por encima de los 200 euros/MWh, se redujo el 70% de la producción europea de amoníaco.

Según ha resaltado la Agencia Internacional de Energía, "el amoníaco es el punto de partida para todos los fertilizantes nitrogenados minerales, y la mitad del amoníaco se convierte en urea, el producto fertilizante nitrogenado más común utilizado".

"En todo el mundo, el amoníaco se produce casi exclusivamente a partir de gas natural y se consume alrededor de 170.000 millones de metros cúbicos (el 4% del consumo mundial de gas)", añade.

La Comisión Europea ha publicado que en los primeros seis meses de 2024 se han disparado las compras de fertilizantes a Rusia, con 2,59 millones de toneladas frente a los 1,73 millones de 2023, cifras que ya rozan las de 2022, el año en que se inició el conflicto.

En España esa subida es todavía mayor, con 163.433 toneladas entre enero y junio, la segunda cifra más alta de la década y sólo superada por la de 2021 (en 2023, representaron el 9,7% de las importaciones totales de fertilizantes).

Para Países Bajos supone el 31% del total. En Polonia, el 35%; en Francia, el 80% y en Alemania el 77%, según Eurostat.

Potasa y urea

Las exportaciones de fertilizantes de potasa de Rusia también aumentaron en el primer semestre de este año, alcanzando 6,7 millones de toneladas, un aumento de 1,7 veces en comparación con el mismo período del año pasado, según datos de la agencia Metals & Mining Intelligence (MMI).

Le siguió la urea, el principal fertilizante nitrogenado, con un aumento interanual del 23%, totalizando 4,6 millones de toneladas. Las exportaciones de fertilizantes fosfatados disminuyeron ligeramente, un 3%, hasta 2,5 millones de toneladas. No se disponía de datos sobre las exportaciones de nitrato de amonio.

Las cifras de MMI indican que, en general, el volumen total de exportación de todos los tipos de fertilizantes fue de 13,7 millones de toneladas en el primer semestre de 2024, lo que supone un aumento del 34%.

En 2023, los precios de los fertilizantes potásicos y nitrogenados cayeron entre un 30 y un 50% en comparación con 2022, mientras que los fertilizantes fosfóricos bajaron entre un 10 y un 15%.

Las empresas rusas de fertilizantes también se han visto afectadas indirectamente por las llamadas sanciones de estrangulamiento a la banca, que han dificultado los pagos y el seguro de las mercancías. Además, la UE sancionó a varios empresarios rusos vinculados a la industria de fertilizantes, lo que complicó el proceso de exportación.

La Asociación de Productores de Fertilizantes de Rusia (RAPU) prevé que la producción y las exportaciones de fertilizantes podrían crecer un 10% este año, alcanzando 65,2 millones y 44 millones de toneladas respectivamente.