El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha criticado este jueves el impuesto al sector energético aprobado por el Gobierno hace dos años y ha afirmado que "cuanto antes desaparezca más conseguiremos acelerar las inversiones".
Creo que cuanto antes demos señales claras de que cerramos esta página, y según yo he querido interpretar tanto al presidente del Gobierno como al ministro Cuerpo en esta dirección, más favoreceremos la inversión en el sector", ha comentado el directivo durante su intervención en el IX Foro de Energía de El Economista recogida por Europa Press.
En este contexto, Imaz ha pedido a las administraciones públicas "jugar todos" con las mismas reglas "fiscales, transparentes y claras" con el objetivo de aumentar las inversiones en el largo plazo para mejorar la seguridad de suministro del sistema energético español.
"Si aquí ponemos unas condiciones determinadas que hacen imposible la rentabilidad empresarial frente a la competencia cuyo producto llega a España, por ejemplo, por los puertos, se daña el empleo en España", ha denunciado el responsable de la multienergética.
Al tiempo, Imaz ha pedido una transición energética "no ideológica" sino una transición que ponga "de verdad la competitividad de la industria y el coste de esta transición como un objetivo claro" para que los ciudadanos cuenten con energía asequible mientras ha alertado del retroceso económico de Europa frente a Estado Unidos: "Seguimos destruyendo empleo industrial día a día".
Inversión ex-ante
En una dirección similar se ha posicionado este miércoles el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, quien ha pedido "aceptar" que la distribución energética necesita "pasar de la inversión post a la inversión ex ante."
"La permisología es el mayor impuesto que pagan los desarrolladores de energía en España", ha denunciado el responsable de la energética vasca.
Almacenamiento
Por su parte, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha alertado de que el almacenamiento de energía en España "va muy retrasado, ya sea baterías, ya sea bombeo, va muy retrasado y esto hace, aparte de quitar seguridad de suministro, que haya vertidos, que no haya eficiencia en la generación y que haya precios muy, muy reducidos".
La ausencia de una autonomía energética de Europa sigue siendo, en estos momentos, otro de los grandes objetivos a batir por parte de la Unión Europa tres años después del estallido de la guerra en Ucrania que dejó en evidencia la excesiva dependencia del bloque comunitario de los combustibles fósiles importados desde Rusia.
Autonomía energética
"Históricamente la competitividad de la industria europea se ha basado en gas natural barato de Rusia y Holanda, pero esta época se ha acabado, ya que estamos importando el gas natural a un precio dos o tres veces más alto que en Estados Unidos y esta situación no va a cambiar", ha admitido el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, para añadir que la "única alternativa" pasa por "cambiar las reglas del juego" para tener éxito.
Hasta este momento la industria se ha instalado en Europa cerca de las fuentes de energía fósiles como los campos de gas natural de Países Bajos y donde la oferta era más barata. Sin embargo, ahora las tornas han cambiado y Wetselaar considera que es la "gran oportunidad de España" ya que las fuentes de energía renovables del país podrían acelerar la instalación de la industria verde en el territorio nacional.