Aniversario de la debacle de Holaluz: estallido de una guerra interna, un agujero 51 millones y tres meses decisivos

Aniversario de la debacle de Holaluz: estallido de una guerra interna, un agujero 51 millones y tres meses decisivos

Observatorio de la Energía

Aniversario de la debacle de Holaluz: estallido de una guerra interna, un agujero 52 millones y tres meses decisivos

El futuro de la firma catalana, que nació como una startup que prometía "cambiar el mundo" con "energía renovable y precios justos", pende de un hilo.

21 septiembre, 2024 02:14

Ha pasado casi un año desde que se dispararon las alarmas en Holaluz. La firma catalana que nació con la promesa de "cambiar el mundo" con "energía renovable y precios justos" camina desde entonces sobre la cuerda floja. Con un agujero bursátil de 52 millones de euros, una lucha interna latente y sólo tres meses para aflojar la soga de la deuda, el futuro de la empresa pende de un hilo.

Holaluz —fundada en 2010 por los jóvenes ingenieros Carlota Pi, Ferran Nogué y Oriol Vila—  se convirtió en la primera comercializadora eléctrica en línea de España. Pronto experimentó un crecimiento exponencial, pasando de ser una startup con seis empleados a una empresa referente en el sector del autoconsumo, que en 2022 contaba con 752 trabajadores.

Aunque la llegada de las primeras pérdidas a finales de 2022 ya auguraba un mal porvenir para Holaluz, no fue hasta octubre de 2023 cuando el estallido de la crisis se escuchó en el mercado. Entonces, la empresa catalana presentó unas cuentas semestrales tintadas de rojo, que le llevaron a anunciar el despido de 200 trabajadores pocas semanas después.

Los fundadores de Holaluz tocando la campana de salida a bolsa en 2019.

Los fundadores de Holaluz tocando la campana de salida a bolsa en 2019. Europa Press

El crecimiento exponencial de las instalaciones de autoconsumo en España registrado entre 2020 y 2022 había catapultado los beneficios y la cartera de clientes de Holaluz. El equipo directivo —que no espera la ralentización del negocio solar y el descenso del consumo eléctrico que trajo el año 2023— había sobredimensionado su plantilla, con unos enormes costes fijos y márgenes que no cubrían los ingresos.

En la primera mitad del ejercicio 2023, Holaluz había perdido 21 millones de euros y acumulaba una deuda de 74 millones de euros.

Pero la crisis se agudizó cuando la cotizada comunicó al mercado, en abril de 2024, que estaba negociando la obtención de financiación por 21 millones, entre ellos 10 millones de un préstamo del Institut Català de Finances, la entidad financiera pública de la Generalitat.

Poco después, un retraso en la presentación de sus cuentas anuales llevaba al BME Growth a suspender a Holaluz de cotización. Detrás del aplazamiento estaba la negativa de los fondos Axon Capital y Geroa Pensioak  —accionistas con el 22% del capital y administradores de la comercializadora— a firmar las cuentas. Así, paralelamente a la crisis financiera Holaluz, se desataba una guerra interna.

Estallido de la burbuja del autoconsumo

El sector del autoconsumo asistió entre 2020 y 2022 al sobredimensionamiento de muchas empresas y a altos niveles de intrusismo. Holaluz no ha sido la única empresa de referencia afectada por la contracción de este negocio. El grupo fotovoltaico SolarProfit anunció en abril un preconcurso de acreedores, justo un día después de informar de la aplicación de un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) al 90% de su plantilla.

Los bajos precios de la electricidad que se registran en el mercado mayorista este 2024, unidos al fin de las subvenciones impulsadas por los fondos europeos Next Generation, están teniendo un impacto directo en el sector.

Con unas pérdidas de 26 millones de euros a cierre de 2023, más de 60 millones de deuda y un recorte del 38% de su plantilla, la empresa catalana sobrevolaba el preconcurso de acreedores.

Además, desde octubre, las acciones de la compañía —con un free float del 22%—habían pasado tener un precio de 3,30 euros por título a 1,26 euros. Es decir, habían perdido la mitad de su valor.

Pero la polémica no se terminó ahí. En junio, tras junta general de accionistas, Holaluz compartió con el mercado su decisión de expulsar de la administración a los consejeros rebeldes, representantes de Axon y Geroa. Asimismo, anunció la apertura de una batalla judicial.

"A propuesta de varios inversores, ha sido sometida a votación y aprobada por mayoría la acción social de responsabilidad contra Axon Capital e Inversiones, representada por D. Alfonso Juan de León Castillejo y Geroa Pentsionak, representada por D. Jordan Sáenz, con la separación inmediata del Consejo de Administración tal y como lo prevé la LSC", rezaba en el documento remitido tras la junta al BME Growth.

Paralelamente, la comercializadora logró ganar algo de tiempo para sanear sus cuentas. Según la documentación aportada ese mes, había reducido su deuda financiera neta en 8,2 millones de euros, al pasar de los 65,4 millones que adeudaba al cierre de 2023 hasta los 57,2 millones de euros al cierre de abril.

Además, había renovado un pagaré de 7 millones de euros que vencía este mismo viernes por dos años más y había recibido un total de 8,1 millones en financiación.

¿En qué punto está?

Hasta el día de hoy, Holaluz sigue haciendo frente a la presión de la deuda, pero ha logrado ganar tres meses de margen. En los últimos días la empresa ha anunciado un acuerdo con la mayoría de sus acreedores. Algo que le da un respiro. 

En concreto, mediante el contrato (formalizado bajo la modalidad de stand still), las entidades financieras se han comprometido a mantener las líneas de financiación de circulante en las mismas condiciones actuales hasta el 18 de diciembre.

También han otorgado una suspensión temporal en el pago del principal de los préstamos restantes por ese mismo período, y han aceptado implementar otras medidas para asegurar que la empresa pueda continuar con sus operaciones normales. Además, tanto las entidades financieras como Holaluz evaluarán y negociarán la reestructuración de la deuda financiera.

Este último acuerdo, sumado a los 8,1 millones de financiación obtenida y los 7 millones en pagarés, es un balón de oxígeno para la empresa presidida por Carlota PI. No obstante, todavía no ha logrado cerrar algunas de las alternativas que expuso en sus últimos resultados, con las que pretende obtener hasta 20 millones de euros.

Más allá de los problemas financieros, desde octubre de 2023 Holaluz acarrea un agujero bursátil de 52 millones de euros —lo que supone la pérdida casi un tercio de su valor— y mantiene una batalla legal con los exconsejeros de Axon y Geroa. Los próximos meses serán clave para su futuro.