Resiliencia, eficiencia y menos gas y petróleo: la industria energética europea pide a la UE regulación estable para invertir
- Las grandes energéticas europeas se han dado cita en la Conferencia Powering European Industry para debatir cómo afrontar la pérdida de competitividad.
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Resiliencia, eficiencia energética y descarbonización han sido las tres palabras que más se han repetido en la ciudad danesa de Søndeborg, donde se ha celebrado la Conferencia Powering European Industry.
Pero también ha sido unánime la petición de políticas estables que den certidumbre a la inversión al que va a ser el nuevo equipo de Ursula von der Leyen al frente de la Comisión Europea.
"Estamos mirando a la futura vicepresidenta y comisaria de Competencia, Teresa Ribera, para que den una visión clara de hacia donde vamos", señalaban miembros de la Confederación de la Industria Sueca a EL ESPAÑOL-Invertia, único medio español invitado a la conferencia.
La participación de unas 100 grandes multinacionales, de Alemania como Siemens (y su filial Siemens Energy), RWE, Suecia como Vattenfall, Alfa Laval o Nordic Solar, o Viohalco de Grecia, dan buena muestra de la preocupación en Europa.
También había representación del gigante francés EDF y la francesa Schneider Electric, la noruega Equinor, y jugando en casa de empresas como Ørsted, Danfoss, Velux Group, Rockwool o European Energy.
El 'informe Draghi', presentado hace poco más de un mes, sobre la pérdida de competitividad de la industria en el Viejo Continente respecto a China y Estados Unidos ha sido un jarro de agua fría para la rica Europa.
La preocupación recorre todos los sectores, desde la industria pesada hasta la de la generación renovable.
"Hay preocupación en la industria del acero europeo", ha explicado Axel Eggert, director general de EUROFER, la patronal europea del sector a este diario.
"No solo estamos de acuerdo en poner aranceles a la entrada de vehículos chinos, sino también a la producción de acero", añadía.
Debilidad y acción rápida
"La brecha de la competitividad europea por la energía ha crecido sustancialmente en los últimos años, y necesitamos acelerar", ha dicho por su parte, Oskar Ahnfelt, vicepresidente y Public & Regulatory Affairs del gigante sueco renovable Vattenfall.
"Pero no solo, con una mayor capacidad renovable, hay que empezar a adaptarse a los precios y a la generación y solo se puede hacer con flexibilidad de la demanda".
Europa tiene recursos naturales limitados de gas y petróleo, y por lo tanto depende de importaciones de países como (antes) Rusia y Estados Unidos. Esta dependencia posiciona a Europa como el mayor comprador de gas natural del mundo. Esta dependencia excesiva, sumada a estrategias comerciales ineficientes, exacerba el precio de la energía y su volatilidad.
"Tenemos que mirar con el horizonte puesto en 20 o 30 años, porque eso será lo que nos hará ganar valor", ha añadido Ahnfelt.
AIE: más nuclear y menos burocracia
También ha participado Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). "Europa ha cometido un gran error estratégico, especialmente algunos países, un plan para cerrar las centrales nucleares". Así de contundente se ha mostrado en clara alusión a países como Alemania, y sin citarlo, a España, dos de los países más firmes en su posición en contra de esta tecnología de la UE.
"Hemos perdido la carrera de la innovación, y tenemos que asumir tres grandes retos, los altos costes de la energía, muy superiores a los de nuestros competidores China y Estados Unidos, la falta de liderazgo en la industria renovable y la falta de unidad entre países de la UE". Además, ha advertido que "la excesiva burocracia está ahogando a Europa".
Con la referencia del informe insignia de la AIE, World Energy Outlook 2024, Birol ha señalado otros dos errores más de Europa que han precipitado la pérdida del liderazgo tecnológico e industrial.
"Europa ha importado demasiados productos de terceros países, y en el caso concreto del gas natural, la dependencia de Rusia está pasando factura. También se ha perdido la carrera tecnológica", en línea al informe Draghi.
"Si dejamos morir la industria en Europa tendrá consecuencias en el empleo y, por tanto, en las decisiones políticas de los ciudadanos. Hay que apoyar las industrias del mañana".