Alcaldes se rebelan contra el cierre de Almaraz: provocará "empobrecimiento", "pérdida de calidad de vida" y "despoblación"
- El cierre definitivo de su Unidad I está previsto para el 1 de noviembre de 2027. El cese completo se producirá el 31 de octubre de 2028.
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Cuarenta alcaldes de distintos signos políticos de los municipios de Almaraz (Cáceres) se rebelan contra el cierre de la central nuclear. Se han concentrado este martes a las puertas de propia instalación y han presentado un manifiesto en el que denuncian las consecuencias de parar la instalación.
"La central nuclear de Almaraz es el principal motor socioeconómico de la comarca extremeña del Campo Arañuelo. Su cierre tendría efectos devastadores para sus habitantes, provocando su empobrecimiento, pérdida de calidad de vida y, en última instancia, la despoblación de la zona", advierten los alcaldes en su manifiesto.
El cierre definitivo de su Unidad I está previsto para el 1 de noviembre de 2027. El cese completo (cierre de la Unidad II) se producirá el 31 de octubre de 2028.
"No nos resignamos a perder una de las mayores industrias de Extremadura, que es un centro de empleo estable, de larga duración y altamente especializado que genera 3.000 puestos de trabajo (además de las 1.200 personas adicionales que se incorporan en cada recarga)", recoge el documento.
Los alcaldes advierten que se trata de "una de las mejores centrales nucleares del mundo", avalada así por la Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares (WANO).
"Una central que es un ejemplo en el mundo de seguridad, fiabilidad y profesionalidad y que se encuentra en las mejores condiciones técnicas para seguir operando, incluso hasta los 80 años como ya se ha autorizado para la central de North Anna (Virginia, EEUU), gemela de Almaraz", recogen.
"No hay actualmente ningún proyecto empresarial en la región que pueda reemplazar a la central", alertan los firmantes. Además, advierten que Extremadura perdería su principal fuente productora de electricidad y la capacidad de atraer nuevas industrias electrointensivas, que necesitan un suministro continuo, seguro y a precios competitivos.
"Sin ese acceso seguro a energía eléctrica a precios competitivos, que la continuidad de la central puede asegurar, la provincia de Cáceres no puede aspirar a actividad industrial de importancia", aseguran.
Ante esta situación, los alcaldes urgen a las Administraciones públicas y a las
empresas para que entablen un diálogo que permita garantizar la continuidad de la central, abordando cuestiones críticas como su carga impositiva -435 millones de euros al año-, que la hace inviable económicamente.
La parada técnica de la central nuclear de Ascó (Tarragona) conllevó la semana pasada, activación dos días consecutivos del Servicio de Respuesta Activa de la Demanda (SRAD), que supuso la paralización del suministro a la gran industria. Esto es muestra de "la necesidad de las centrales nucleares para garantizar la autonomía energética de todo el país", apuntan.
Además, su cierre conllevaría "un mayor uso de energías que sí emiten dióxido de carbono a la atmósfera y tendría un impacto en el precio de la energía".
Ante la urgencia de la situación, los alcaldes tienen previsto llevar a cabo en las próximas semanas nuevas acciones de movilización social e institucional, en las que esperan contar con el apoyo de todo el tejido social y ciudadano de Extremadura.
"La abrumadora mayoría de la ciudadanía de la zona, así como de las instituciones públicas y privadas, encabezadas por la Junta de Extremadura y ambas Diputaciones
(Cáceres y Badajoz), muestran un firme apoyo a la continuidad de la Central como polo de desarrollo insustituible de la región, dada su importancia económica como
generadora de empleo y para garantizar la soberanía energética", concluyen.