California, reflejo del futuro energético de España: precios disparados por las baterías y por los costes de la solar
- Las subastas por capacidad que llevan años funcionando en el estado más renovable de EEUU han encarecido la factura de la luz de los hogares.
- Más información: La generación renovable podría satisfacer casi la mitad de la demanda mundial de electricidad en 2030
Fotovoltaica, ciclos combinados, almacenamiento con baterías y con bombeo... en España se espera con ansiedad la convocatoria de la primera subasta de capacidad que dé el pistoletazo de salida de las baterías, que salve a la fotovoltaica de la 'canibalización' de los horarios solares y saque a las centrales de gas de su baja rentabilidad por falta de horas en operación.
Pero ¿qué ocurrirá a partir de ese momento? "Se puede tomar como referencia lo que ha ocurrido en estos años en California, es como un viaje al futuro del mercado eléctrico en España", explica a EL ESPAÑOL-Invertia, Joaquín Coronado Galdos, presidente de Build to Zero
California cuenta ya con 47 GW de capacidad instalada en energía solar (España tiene 31 GW). En teoría son suficientes para iluminar 13,9 millones de hogares, una cuarta parte de su población, pero este exceso ha provocado otros problemas. El proceso ha sufrido, como ha ocurrido en España en los meses de primavera, la 'canibalización' de los precios eléctricos en las horas solares.
Por eso, sus ciudadanos cada vez combinan más el almacenamiento de baterías con esas instalaciones solares. Con datos de finales de 2024, ya cuenta con más de 13 GW de capacidad de almacenamiento de baterías. En España, conectadas a la red, solo hay 11 MW, y no operan en la mayoría de las horas.
Pero también California cuenta con algo parecido a un mecanismo de capacidad como el que se prevé que entre en operación en España en 2026. Los operadores locales deben garantizar una cierta cantidad de potencia disponible mediante acuerdos bilaterales con los generadores (incluidos ciclos combinados).
"California se ha llenado de baterías y el precio de la electricidad no hace más que subir, pese a que en Estados Unidos el gas está a un precio muy por debajo del de Europa", continúa el experto, y cuenta con 2,4 GW de capacidad nuclear (en España hay 7 GW).
Los usuarios industriales de la UE pagan entre cuatro y cinco veces el precio del gas natural y entre dos y tres veces los precios de la electricidad que pagan sus competidores en EEUU, según un informe del Real Instituto ElCano.
Mecanismos de capacidad
Entonces, ¿cómo es posible que con precios negativos en las horas solares, con más de 13 GW en baterías y con el gas barato, su factura de la luz siga aumentando?
"California tiene que pagar unos 4.500 millones de euros al año con un sistema de contratación a largo plazo, como un mecanismo de capacidad para baterías de cuatro horas que solo te resuelven un problema diario".
En 2024, los pagos medios alcanzaron los 12 euros/kW/mes y los 276 euros/kW/año, significativamente más altos que las tarifas de los mercados de capacidad europeos, incluida la prevista para España, con pagos previstos de unos 20 euros/kW/año, según un estudio de Aurora Energy Research.
"Muchas baterías dependen de los servicios auxiliares para obtener ingresos, ya que estos servicios suelen ser más rentables que los mercados mayoristas de electricidad, lo que limita su capacidad para absorber por completo el excedente solar", asegura.
Se disparan los costes fijos
"Los costes fijos de red están por las nubes en California", continúa Joaquín Coronado. Así lo confirma un artículo de The Wall Street Journal. Las eléctricas están invirtiendo miles de millones para mejorar la infraestructura y desarrollar energía verde, trasladando costes que rompen el presupuesto a los hogares.
California ha experimentado algunos de los aumentos más pronunciados del país: los precios de la electricidad en el estado casi se han duplicado durante la última década y ahora son más altos que los de cualquier otro lugar, excepto Hawái, pese a ser líderes en instalación fotovoltaica y baterías.
Al mismo tiempo, la demanda de energía se ha disparado a medida que se conectan más centros de datos de inteligencia artificial y más vehículos eléctricos. El calor extremo y la sequía han aumentado la demanda de aire acondicionado, además de aumentar el riesgo de incendios forestales.