Un barco de GNL y el mapa de Rusia en un montaje.

Un barco de GNL y el mapa de Rusia en un montaje. E.E.

Observatorio de la Energía

La UE dilata la publicación de su plan para dejar el gas ruso tras elevar un 18% las compras con España como entrada

Bruselas también amplía dos años sus objetivos de almacenamiento en una jornada marcada por una caída de los precios del gas del 5,7%.

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El fin de la dependencia de la Unión Europea del gas ruso se complica. Tras un 2024 en el que las importaciones de este combustible aumentaron un 18%, la Comisión Europea ha pospuesto, por segunda vez, la presentación de su estrategia para reducir las compras a Moscú.

Inicialmente prevista para el 26 de marzo, la publicación del plan de acción europeo ha sido retirada del calendario oficial publicado este miércoles, sin una nueva fecha concreta. Bruselas no ha dado explicaciones sobre el retraso, aumentando la incertidumbre sobre el futuro de la política energética del bloque.

Lo que sí anunció el miércoles fue una propuesta para extender el objetivo de almacenamiento obligatorio del 90% para el gas hasta finales de 2027, con motivo de "garantizar la seguridad del suministro energético en toda la UE y la estabilidad del mercado europeo del gas".

En este contexto, los precios del gas holandés TTF, la referencia en Europa, cayeron más del 5,7% en la jornada. El precio del megavatio hora (MWh) descendió hasta los 41 euros. Esta caída coincidió, además, con la noticia de que Estados Unidos ha interrumpido el intercambio de información de inteligencia con Ucrania.

Después de la invasión rusa en 2022, la Unión Europea se marcó como meta no vinculante eliminar las importaciones de gas natural ruso para 2027. No obstante, la falta de avances en la diversificación energética por parte de algunos Estados miembros ha contribuido a que las compras de gas ruso aumentaran el año pasado.

Según un reciente análisis del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA), si bien las importaciones de gas natural licuado (GNL) de Europa disminuyeron un 19% en 2024, las importaciones de Rusia aumentaron un 18%.

La IEEFA estima que los países de la UE gastaron 6.300 millones de euros en GNL ruso entre enero y noviembre de 2024.

En este sentido, España fue el segundo país que más gas licuado importó de Rusia, sólo por debajo de Francia y pese ser uno de los tres países del Viejo Continente que más redujeron las compras de este combustible en 2024.

Justo a Bélgica, los puertos españoles y franceses se han convertido en la puerta de entrada a Europa del gas ruso por sus plantas regasificadoras, que son las que permiten devolver el gas en estado líquido (GNL) a su estado gaseoso.

"Un tercio de las importaciones de GNL ruso por parte de la UE en 2024 fueron operaciones en el mercado spot. Los Estados miembros deberían priorizar la eliminación progresiva de estos flujos, ya que no están sujetos a contratos a largo plazo", afirmó Ana Maria Jaller-Makarewicz, analista principal de energía para Europa en el IEEFA.

En total, Francia, España y Bélgica representaron el 85% de las importaciones europeas de GNL ruso el año pasado.

Almacenes de gas

A las puertas de terminar la temporada de invierno, los almacenes subterráneos de gas se encuentran a un 37% de su capacidad. En el caso de España, los niveles de llenado ascienden al 65%.

Si bien los objetivos europeos de almacenamiento de 2024 se han cumplido en su mayoría, los factores como el invierno frío, tensiones geopolíticas y la oferta global de GNL "podrían generar un equilibrio más ajustado en el mercado del gas en 2025", alerta la Comisión Europea en un informe sobre el funcionamiento del reglamento sobre almacenamiento de gas, también publicado el miércoles.

"La seguridad energética en Europa en 2024 es sin duda mejor que en 2022, y la estabilidad en los niveles de almacenamiento ha contribuido positivamente. Sin embargo, el inicio relativamente frío del invierno 2024-25 está agotando las reservas de gas a un ritmo más rápido que en 2023, reduciendo en sólo cuatro semanas los niveles de almacenamiento de la UE a la media previa a la crisis", apunta en el documento.

"Los indicadores actuales no prevén que los precios del gas en la UE alcancen los niveles récord de 2022, pero los riesgos derivados de la inestabilidad geopolítica, incluida la posible 'militarización' del suministro de gas ruso, siguen siendo altos y podrían ejercer presión sobre los precios", alerta la Comisión

Esta combinación de factores "confirma la relevancia del Reglamento de Almacenamiento de Gas y la importancia de garantizar altos niveles de almacenamiento antes del próximo invierno", concluye.