Central nuclear de Almaraz.

Central nuclear de Almaraz. CSN

Observatorio de la Energía

El cierre de Almaraz amenaza con un impacto de 829 millones en la economía y en 15.000 empleos por el 'efecto arrastre'

Según Metyis, el cese de la planta nuclear "afectaría gravemente a la estabilidad del mercado laboral, debilitando el tejido empresarial".

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Un impacto de más de 800 millones de euros en la economía española y más 15.000 empleos afectados a nivel nacional. Según un reciente análisis de la consultora Metyis, estos son los efectos económicos y sociales que tendrá el cese de actividad de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) y su "efecto arrastre".

El informe de la consultora de origen holandés estima que el cese de actividad de la central nuclear generará una pérdida de 829,1 millones de euros en el valor agregado bruto (VAB) nacional, lo que representa una caída del 0,066% del VAB del país.

De esa cifra, aproximadamente 219,2 millones de euros se corresponderían con el efecto directo, es decir, la pérdida económica derivada de la paralización de la planta y la cancelación de compras a sus proveedores directos. Además, prevé un efecto indirecto de 94,7 millones de euros, que afectará a los sectores que suministraban bienes y servicios a los proveedores de la central, quienes también verán disminuidos sus ingresos.

Los restantes 515,2 millones de euros en pérdidas provendrían de los efectos inducidos. De este monto, la consultora atribuye 91,3 millones al efecto inducido por la renta, que refleja el descenso en el consumo de bienes y servicios de los empleados de los sectores afectados directa e indirectamente. Por su parte, los 423,9 millones restantes corresponderían al efecto inducido en la recaudación fiscal, debido a la menor actividad económica.

En términos de empleo, Metyis estima que el cierre de Almaraz afectará a 15.370 puestos de trabajo a nivel nacional (equivalentes a tiempo completo). Este impacto se distribuye de la siguiente manera: 3.845 empleos serían del efecto directo anteriormente mencionado, 1.644 de impacto de segundo orden (afectando a los proveedores de los proveedores), 1.611 relacionados con el efecto inducido por la renta y 8.270 con el efecto inducido por la recaudación fiscal.

Según Metyis, del total de empleos afectados, un 37,3% se concentraría en la Administración Pública, un 26,7% en actividades profesionales y otros servicios, y un 15,2% en los sectores de comercio y hostelería.

Además, un 9,1% del empleo afectado provendría de la industria manufacturera e industrias extractivas, mientras que otro 4,6% sería de los sectores de la información y comunicación, así como actividades financieras e inmobiliarias.

"La estimación del impacto económico del cierre llevada a cabo permite asegurar que el cierre de Almaraz conllevaría una pérdida anual de 124 millones de euros y más de 2.100 empleos en el entorno de influencia local. Estas cifras ascenderían a nivel autonómico a 207 millones de euros y más de 3.800 empleos y a 829 millones de euros anuales y más de 15.300 empleos a nivel nacional", alerta la consultora.

Según detalla, la actividad de Almaraz genera más de 1.000 puestos de trabajo, 369 propios y 662 de otras empresas especializadas trabajando para la central nuclear. "La desaparición de estos empleos, muchos de ellos cualificados y con un salario por encima de la media del entorno, afectaría gravemente a la estabilidad del mercado laboral local y autonómico, debilitando el tejido empresarial y acelerando el éxodo laboral y envejecimiento poblacional de este entorno", señala.

En su análisis, Metyis recuerda que su actividad "sustenta una red de más de 150 empresas de servicios y 278 suministradores y el cese de su actividad tendría un efecto arrastre negativo y con gran capilaridad sobre múltiples sectores de la economía extremeña, desde la industria y la construcción hasta el comercio y la hostelería, reduciendo la actividad empresarial y el consumo local".

Además, añade que "19 de estas empresas estarían en riesgo de viabilidad ante un eventual cese de actividad de la central, al depender su facturación en un elevado porcentaje de la central".

Economía, demografía y medioambiente

La central nuclear de Almaraz tiene un impacto crucial en la economía local y autonómica, generando 435 millones de euros anuales en tasas y tributos, según Metyis.

De esta cantidad, el 19% se destina a la comunidad autónoma y un 3% a los municipios cercanos. Gracias a esta contribución, el presupuesto del Ayuntamiento de Almaraz alcanza los 9,8 millones de euros, un monto considerablemente alto para su tamaño.

Los impuestos directos representan el 48% de los ingresos municipales, con el Impuesto sobre Bienes Inmuebles de Características Especiales (IBICE) vinculados a la planta, que aporta el 97% de los ingresos fiscales, "asegurando estabilidad financiera".

El gasto por habitante en Almaraz es de 6.075 euros, muy por encima de la media provincial, y una caída de estos ingresos afectaría gravemente al empleo, los servicios públicos y la economía local, poniendo en riesgo la estabilidad regional.

Además, la central beneficia a municipios cercanos como Saucedilla, Serrejón y Romangordo, que dependen en gran medida de estos ingresos. Los municipios más alejados, sin una base fiscal sólida, serían más vulnerables a cambios en las ayudas gubernamentales.

El cierre de la central nuclear de Almaraz tendría un fuerte impacto negativo en "el tejido productivo", "la demografía" y "la calidad de vida de la región", advierte la consultora. El cierre de la planta afectaría a proveedores de servicios, provocando la pérdida de empleos con alto poder adquisitivo, lo que reduciría el consumo en sectores como alojamiento y restauración.

Además, según señala, el cierre pondría en riesgo el desarrollo de proyectos empresariales como los de Microsoft y Edge Energy, que valoraron la región por su acceso a energía limpia.

El impacto en el turismo sería significativo, ya que la pérdida de oferta de alojamiento y restauración afectaría a hoteles y restaurantes que dependen de los trabajadores de la central.

Además, la disminución de la biodiversidad, al faltar el aporte de los sistemas de refrigeración de la planta, afectaría al turismo de naturaleza, dice la consultora. También se perderían eventos y centros turísticos financiados por la central, como la "Carrera de Caballos de San Blas" y "el Centro de Interpretación de la Orquídea", reduciendo la oferta cultural.

Desde el punto de vista medioambiental, el cierre incrementaría la dependencia energética del exterior, lo que aumentaría la inestabilidad del sistema y los costes de generación eléctrica.

Según Metyis, la energía que dejara de producirse en Almaraz tendría que ser reemplazada por fuentes emisoras de CO2, lo que aumentaría las emisiones y afectaría la lucha contra el cambio climático. Además, el ecosistema local se vería afectado, reduciendo la biodiversidad y el atractivo turístico de la zona, como "el Parque Ornitológico de Arrocampo".

El cierre también podría acelerar la "pérdida de población joven y activa", ya que muchos trabajadores y sus familias emigrarían en busca de oportunidades laborales, lo que resultaría en un envejecimiento poblacional y una menor capacidad de consumo. Esto afectaría la economía local, reduciendo la recaudación fiscal y el dinamismo económico de la región.