
Central nuclear de Almaraz.
Las nucleares apuntan a los ciclos: "el gas empleado para producir electricidad no paga el impuesto de hidrocarburos"
La tecnología nuclear es la única que está obligada a asumir todas las tasas e impuestos estatales y autonómicos del sistema eléctrico.
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Que la fiscalidad ahoga a las centrales nucleares puede que sea algo ya sabido por todos, pero que el gas para producir electricidad no tiene que pagar el impuesto de hidrocarburos quizá no. Y ese ha sido uno de los alegatos que se han hecho durante la jornada 'El papel de la energía nuclear en la transición energética' organizado por la CEOE.
"Desde la aprobación de la Ley 15/2012, de 27 de diciembre, han surgido numerosos tributos que merman la capacidad empresarial de los propietarios de las centrales nucleares hasta el punto de comprometer su viabilidad económica", ha dicho Ángeles Díez, la doctora en Derecho del Centro de Estudios Financieros (CEF).
"La energía nuclear debe someterse a impuestos únicos para ella, por razones de ser sujeto pasivo de riesgo, pero no debería ser susceptible de que comunidades autónomas y el mismo Estado puedan poner otro impuesto también por las mismas razones", ha recalcado.
Las principales cargas fiscales del parque nuclear son la Tasa Enresa, el Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE) y el impuesto por la producción del combustible nuclear gastado.
Pero también se incluyen las ecotasas impuestas por las comunidades autónomas, la tasa de la Guardia Civil, la del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el IBI (impuesto de bienes inmuebles), el IAE (de la agencia tributaria) y los propios de operación en el sector.
Debate fiscal
El 16,9% de la presión fiscal de las centrales nucleares son impuestos que recaudan las comunidades en forma de ecotasa por las afectaciones al medio ambiente, pero de entre todos los gravámenes destaca el del pago por la prestación de un servicio de seguridad por parte de agentes de la Guardia Civil dentro de las instalaciones.
Su objetivo es destacar equipos de agentes de respuesta a posibles amenazas antisociales de origen humano que puedan determinar o elevar el riesgo de robo o sabotaje y que se cobra por agente y año.
"Este coste se está evaluando en el Tribunal Supremo porque no cuenta ni con un estudio económico-financiero que lo acredite. ¿Por qué son necesarios 60 funcionarios? ¿Por qué se determina ese número?", se pregunta la jurista.
Según el formulario para el pago de tasas relacionadas con la presencia de Guardia Civil en el interior de centrales u otras instalaciones nucleares, el coste anual por unidad es de 61.053 euros. "¿Y por qué esa cifra?", añade Ángeles Díaz.
En el caso de la tasa de los residuos radiactivos, que recauda ENRESA (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, SA), "está pensada para nutrir el fondo general para su gestión, pero hay otros impuestos relacionados con esta gestión cuya prestación patrimonial no se destina a disminuir el riesgo de los residuos, sino que van directamente a las arcas del Estado".
"Las centrales nucleares parece que lo pueden soportar todo", concluye.
Aplazar uno o dos años
"Cancelar el calendario de cierre de las nucleares debe ser una prioridad, y no hacerlo será una irresponsabilidad", ha dicho por su parte Jordi Sevilla, ex presidente de Red Eléctrica, exministro socialista y hoy director de la Unidad de Inteligencia de LLYC.
"Estar a favor de las renovables no significa estar en contra de las nucleares", y ha pedido al Gobierno que tome la iniciativa para reunirse con las eléctricas propietarias de las centrales para negociar con ellas una "moratoria".
"Al menos, se debería aplazar uno o dos años esa toma de decisión y así aseguramos que no asumimos un riesgo. Aunque como mínimo, deberían seguir funcionando otros diez años".
Al inicio, también el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se ha mostrado favorable a mantener las centrales nucleares funcionando.
"Es exactamente el 20% de la energía que consumimos al día y es una energía limpia, dicho por la UE, por lo que hay que contar con ella", porque, si no, España seguirá necesitando energías fósiles -gas y petróleo-.
"Cuando no hay viento, hay que arrancar el motor", ha sentenciado. El presidente de la CEOE avisa de que "nos crearía un auténtico problema de costes" prescindir de una tecnología que los empresarios "apoyan con normalidad, como cualquier otra" y que es "segura, eficiente" y también limpia.