Aunque su actividad ha caído un 60%, las promotoras inmobiliarias intentan adaptarse a un confinamiento que ha convertido las viviendas con jardín en el producto más deseado por los españoles y en el que las visitas virtuales, algunas con formato de videojuego, están dando sus frutos.
"Ha habido un repunte enorme en las búsquedas de Google de 'comprar casa' versus 'comprar piso'. La gente está buscando casas que tengan una terraza amplia o jardín, o bajos con jardín", explica el director de Innovación y Marcas de Neinor, Javier Sánchez.
En Neinor, una de las grandes promotoras de vivienda en España, siguen convirtiendo estos días contratos de arras en contratos de compraventa y firmando de forma telemática, aunque con el endurecimiento la semana pasada del estado de alarma han tenido que parar 73 promociones en construcción que suman unas 5.000 viviendas.
Nuevas necesidades por el teletrabajo
Saben que los compradores se tomarán su tiempo, a la espera de ver cómo evoluciona la pandemia, "pero la necesidad sigue estando ahí", subraya la directora de Marketing de Aedas Homes, Silvia Álvarez, que cree que la situación de teletrabajo forzoso en la que están muchas familias está generando además nuevas necesidades.
Incluso algunos de sus compañeros no encuentran un sitio tranquilo en sus casas donde realizar una videoconferencia: "Algunos terminan haciéndola desde la habitación de su hija o incluso hay quien se ha tenido que bajar a hacerla al coche".
A su juicio, esto puede suponer que mucha gente se plantee un cambio de vivienda que, a lo mejor, hasta ahora no había contemplado. "Los áticos y las viviendas con jardín están convirtiéndose en productos superdeseados", añade.
Visitas virtuales
Para atraer a estos clientes, promotoras y comercializadoras han aumentado su actividad en redes sociales y plataformas digitales.
Es el caso de la plataforma Live, que Aedas puso en marcha hace un año, con la que ya ha vendido inmuebles por valor de 5 millones de euros y que permite hacer directos con clientes, en los que el asesor comercial está en un plató virtual caminando por dentro de una casa, como si fuera un videojuego.
"Lo hacemos con el motor 'unreal' de videojuegos tan conocidos como Fornite", apunta Javier Sánchez, que asegura que "genera una confianza extraordinaria, porque el cerebro en cuanto ve a una persona dentro de un espacio se hace una idea mucho mejor de los volúmenes".
Tras el anuncio del estado de alarma, Neinor canceló la visitas presenciales y las sustituyó por recorridos virtuales que permiten "visitar" el piso piloto, elegir materiales y recorrer cada rincón. En diez días ha realizado más de 400.
También Gilmar, otra de las grandes compañías del sector que intermedia en compra, venta y alquiler, recurre estos días a recorridos virtuales que permiten a los comerciales ir contando al cliente lo que está viendo desde la pantalla de su casa vía Skipe, Facetime o Whatsapp, y también utiliza el escaneo de realidad aumentada con el móvil en las de fotos de la revista corporativa que envía a sus clientes.
Su herramienta estrella es, sin embargo, la que con tecnología Matterport les permite, desde 2016, presentar la vivienda como una "casa de muñecas" y pasear por ella en tamaño real con la opción de las gafas de realidad virtual.
Desde Gilmar Consulting Inmobiliaria, su director de Comunicación, Javier Castellano, observa que el tipo de cliente cambia entre unas ciudades y otras, y que también hay diferencias entre obra nueva, donde se siguen cerrando operaciones, y vivienda usada, "donde poco se puede hacer, más que acotar las que a los clientes más les interesen para que las vean cuando esto termine".
"En cuanto podamos salir, primero las cañas y luego a ver casas", bromea.
En obra nueva Neinor han empezado a ofrecer la posibilidad de formalizar una reserva por internet desde 500 euros y, una vez que concluya el estado de alarma, el cliente tendrá diez días para confirmarla, lo según la compañía está dando muy buenos resultados.
Pocas cancelaciones
Las grandes promotoras apuntan además que no se están produciendo cancelaciones (menos del 0,1 %), aunque sí peticiones de flexibilidad y alargamientos de los plazos de arras.
Los tres portavoces, que hace unos días participaron en el SIMAPRO Home Edition, no contemplan de momento bajadas de precios, sobre todo mirando la "película adelantada" del coronavirus en China, donde sesenta días después de la crisis se ha recuperado la demanda a los mismos niveles de 2018 y 2019, incluso un poco por encima.
En España el coronavirus ha parado más de 4.800 obras y hay 131.000 viviendas afectadas, pero el sector confía en una recuperación similar, en la que el precio de obra nueva no se resienta.