El gestor de activos e inversiones británico Schroders ha reducido hasta el 2,99% su participación en Metrovacesa, desde el porcentaje del 4,99% que mantenía desde hace casi más de un año.
La firma cuenta con un paquete de 4,32 millones de acciones de la promotora inmobiliaria, representativas del 2,85% de su capital de forma directa, y otros 116.774 títulos, un 0,07%, de forma indirecta, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Schroders recorta su posición en la compañía en la que a principios de pasado mes de febrero, antes de que estallara la crisis, el magnate Carlos Slim tomó un participación del 3% que semanas después elevó al 5,5%, reafirmando así su apuesta por el sector inmobiliario español. El empresario controla Realia y también participa en Quabit.
En cuanto al porcentaje de Schroders en Metrovacesa presenta un valor de unos 22 millones de euros en función de los actuales precios de mercado de la promotora.
La compañía que dirige Jorge Pérez de Leza, está controlada por Santander y BBVA, que cuentan con un 49,3% y un 20,8% de su capital, respectivamente.
Entre el resto de socios, además de Carlos Slim, figuran inversores institucionales como Julius Baer, con una participación del 4,7%, Quasar Investment con un 4% y Kairos Internacional, con otro 3%.
Schroders recorta posiciones en Metrovacesa después de que la compañía, al igual que el resto de promotoras del país, tuviera que paralizar las obras de construcción de sus viviendas durante quince días por el parón de actividades no esenciales decretado por el Gobierno en el marco del estado de alarma para combatir el coronavirus.
A cierre de 2019, la compañía tenía en distinta fase de desarrollo 136 promociones, que suman 7.962 viviendas, de las que 3.383 están en construcción. La cartera de preventas sumaba 2.131 pisos.
A finales de febrero, con ocasión de sus resultados anuales y antes por tanto de la crisis, Metrovacesa ya aseguró haber detectado una "más débil" demanda de vivienda, a la que, además, sumaba la extensión de los plazos de construcción por la demora en obtención de licencias y la "limitada capacidad" del sector de la construcción.
Por ello, la inmobiliaria ya indicó entonces que sería "más conservadora" a la hora de lanzar nuevas promociones. En paralelo, dijo haber puesto el foco en la venta de promociones completas a inversores cualificados para que destinen las viviendas al alquiler, y en "acelerar" las ventas de suelo.