Los grandes fondos de inversión siguen atentos la evolución del sector hotelero español. Después de tres meses y medio sin un solo turista en España, los hoteles confían en el verano para recuperar la entrada de ingresos en sus castigadas cuentas.
En el tercer trimestre, cuando haya finalizado el verano y se sepa si hay un rebrote del coronavirus, los fondos de inversión analizarán las posibles oportunidades para comprar pequeños grupos hoteleros sin liquidez. Así lo han explicado a Invertia fuentes del mercado relacionadas con las grandes operaciones inmobiliarias de este país.
“Es muy pronto para ver transacciones de hoteles”, explican. “Todavía no están tocados; lo veremos en diciembre si la campaña de verano no funciona”, señalan estas fuentes. Porque el 1 de julio es la fecha fijada por el Gobierno para abrir las fronteras del país al turismo internacional y eliminar la cuarentena a estos turistas. Lo que ocurra en los siguientes tres meses será clave para el devenir del sector y los fondos lo saben.
El director de Hoteles en Colliers International, Gonzalo Gutiérrez, asegura que “cuando acabe el verano, el frío invierno puede favorecer las desinversiones selectivas y creemos que a final de año sí se reactivará el mercado porque ese gap entre lo que pide el vendedor y ofrece el vendedor se reducirá; a finales de 2020 e inicios de 2021 sí creemos que habrá mayor dinamismo y mayor número de operaciones”.
“Es verdad -explica- que existe la sensación de que el turismo resurgirá y a largo plazo hace que los inversores interesados, fundamentalmente fondos, estén en la foto porque saben que a futuro van a recuperar”. El problema, para el experto de la consultora, es cuándo se producirá la recuperación.
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Por eso, algunos inversores que han estado muy activos los últimos cinco años han puesto el cartel de “wait and see”. “Los compradores han hecho automáticamente un ajuste de precios y ahora mismo hay un gap muy grande entre los que quieren vender y los que quieren comprar, tanto que a corto plazo no habrá operaciones”, advierte Gonzalo Gutiérrez.
“Este año la foto de inversión hotelera va a ser de desplome”, afirma. Además, recuerda, “es una pena porque 2020 arrancaba con una inercia muy buena, muchos inversores se han sumado a este tipo de inversión y la realidad es que el Covid-19 ha impactado tanto al sector hotelero que todas las operaciones previstas para el primer trimestre han sufrido una parálisis total y va a ser difícil que se reactiven por la incertidumbre en torno a la recuperación del sector”.
De la misma manera, Gonzalo Gutiérrez apunta que hace meses se veían cadenas hoteleras comprando, mientras que ahora será muy raro porque están centradas en gestionar la crisis y el consumo de caja que han sufrido este periodo. “Pueden tener interés en seguir creciendo en contratos de alquiler o gestión que no impliquen una inversión relevante, pero no como inversoras”, declara el experto de Colliers.
Otra clave es la financiación. “Se ha reducido mucho a corto plazo el apetito de los bancos por financiar hoteles que a día de hoy están cerrados”, ilustra el director de Hoteles en la consultora. No obstante, reconoce, “poco a poco progresivamente irá abriéndose”.
Canarias, muy castigada
Como en el sector inmobiliario residencial, hay que diferenciar por zonas. Siempre leen que las viviendas en Madrid o Barcelona tienen un comportamiento totalmente ajeno a otros mercados del país. En el caso de los hoteles, ocurre lo mismo.
Canarias puede ser el mercado que más oportunidades ofrezca a los inversores inmobiliarios, según fuentes del sector inversor. Su clima permite que los hoteles tengan menos estacionalidad, es decir, hay turismo casi todo el año y estos meses de cierre han sufrido mucho.
Situación totalmente diferente a la de Baleares. Las islas del Mediterráneo sí notan, y mucho, la temporada baja que va de octubre a marzo/abril. Por tanto, han notado menos el impacto de la crisis provocada por el Covid-19. Algo parecido a lo que ocurre en la costa andaluza. Los turistas del norte de Europa disfrutan de un tiempo mucho mejor en sus países durante que los 40 grados de Andalucía en agosto.
Para Gonzalo Gutiérrez, “es estas situaciones de crisis el hotel urbano (como Madrid) aguanta mejor porque por lo general tiene la opción de cambiar el uso y posee un valor inmobiliario subyacente más sólido que el vacacional que depende sí o sí de la llegada de turistas”. Por tanto, “en el vacacional y en ciudades secundarias es donde veremos un mayor ajuste de precios”.