Intenso. Así se puede definir el primer semestre de 2021 desde un punto de vista laboral en la banca. Santander, CaixaBank, BBVA e Ibercaja han llevado a cabo sus Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). Sabadell optó por salidas incentivadas. En total, más de 15.000 empleos menos en un sector que ha visto desinflar sus plantillas paulatinamente desde la crisis de 2008.
Pero más allá del plano laboral, a menor masa salarial, menor necesidad de contar con oficinas a pie de calle. Además, todas las entidades están inmersas en un profundo proceso de digitalización. Dicho de otra manera, entre Santander, BBVA, CaixaBank e Ibercaja, han echado el cierre a más de 3.200 oficinas en lo que va de año. Conviene recordar que, desde la crisis de 2008, el número de sucursales bancarias que han desaparecido suma más de 23.300. En ningún otro país del mundo se ha llegado a esa cifra.
Pero, como dice el refranero español, a río revuelto, ganancia de pescadores. Y eso es lo que está sucediendo. Esas oficinas bancarias, por norma general, bien situadas en las ciudades, están siendo objeto de deseo por otros negocios. Entre los que más ‘tajada’ están sacando a la situación encontramos a panaderías, cafeterías, centros médicos y de estética, según la consultora inmobiliaria Laborde Marcet.
"Los negocios que sustituyen a los bancos aprovechan locales ubicados en esquinas, con fachadas amplias y que son muy atractivos para este tipo de operadores en busca de un gran impacto visual y con alquileres económicos", puntualizan en la consultora.
Este es un punto clave para el desarrollo de estos negocios y para la vuelta al funcionamiento de los locales. Porque, en un contexto de deflación como el actual, los precios se han desinflado como un globo pinchado. Conviene tener en cuenta que muchos de los contratos se habían firmado desde hace incluso décadas, con un coste de unos 15.000 euros mensuales. En la actualidad, esa cantidad se ha reducido hasta los 5.000 euros al mes. Ha habido casos en los que los propietarios han rebajado dicho precio hasta un 65%.
Mayor valor añadido
La situación que se está viviendo con los locales utilizados por la banca no se daba desde el año 2013. Por aquel entonces, fueron más de 4.400 sucursales bancarias las que quedaron vacías. El tsunami que arrasó a las cajas de ahorros fue el 'culpable'. En lo que va de año, los cierres llevados a cabo (más de 3.200) duplican a los de 2020. JP Morgan apunta a que, en la próxima década, la tendencia se puede llevar por delante casi 20.000 oficinas más.
"Las fusiones y reestructuraciones del sector bancario están acelerando el cierre de oficinas de la mano de su transformación digital", afirma Ángela Sánchez, directora de Retail de Laborde Marcet. Y añade: "Muchas entidades aprovechan que se les acaba el contrato, normalmente de larga duración, para dejar el local".
¿Qué es lo que está sucediendo? Que muchas entidades financieras lo que están haciendo es buscar ubicaciones más céntricas, y con mayor valor añadido para sus clientes. Un ejemplo claro es CaixaBank.
El pasado 12 de julio abrió en Madrid su centro 'all in one'. Lo hizo en el edificio Axis, de la plaza de Colón. Más de 4.000 metros cuadrados, repartidos en cuatro plantas y una terraza, en el que se emplearán más de 130 profesionales. No es el primero. En Barcelona tienen uno similar, con 3.000 metros cuadrados, y otro en Valencia, en este caso, con 2.200 metros cuadrados.
Líneas de paso
Una concentración que libera locales que son aprovechados por otro tipo de negocios como los anteriormente descritos. Locales que, por norma general, están situados en líneas de paso, o en segundas y terceras líneas comerciales. En el caso concreto de Barcelona, y según la consultora inmobiliaria Laborde Marcet, las zonas más buscadas por estos otros negocios son las más céntricas de Ciutat Vella, L’Eixample y Gràcia.
"Estos negocios [panaderías, centros de estética…] han seguido facturando durante la pandemia, por lo que tienen cuentas saneadas y todavía disponen de margen de crecimiento", apuntan desde Laborde Marcet. Junto a ellos, y haciendo la salvedad de referirse a ciudades de menor tamaño, los que se abrirán en los antiguos locales de la banca serán fruterías, tiendas de alimentación bio, o clínicas veterinarias. Locales de consumo menos impulsivo.