El banco central chino ha roto su silencio sobre la inminente caída de Evergrande. El máximo responsable, Zou Lan, ha asegurado que están monitorizando la situación y que los riesgos para el sistema financiero que puedan derivarse de una posible quiebra son "controlables". 

Lan ha explicado que se trabaja bajo medidas "orientadas al mercado", y que la institución ha pedido a los bancos que mantengan el crédito al sector inmobiliario para que éste sea "estable y ordenador". Es decir, evitar que se pueda originar una crisis de deuda. 

Desde que Evergrande anunciara hace semanas el primer impago de un bono internacional, la preocupación por su salud financiera y la del resto de las inmobiliarias chinas ha ido creciendo. No puede olvidarse que la deuda de la compañía alcanza los 300.000 millones de dólares. 

Críticas

Para el banco central la inmobiliaria en apuros "no ha sabido administrar su negocio ni operar con prudencia en medio de las cambiantes condiciones del mercado". Por si fuera poco, ha insistido, "se ha expandido y diversificado". Todo pese a que el Gobierno ha cambiado las leyes para forzar al sector a desendeudarse para tratar de enfriar la burbuja inmobiliaria que se ha creado en el país. 

Evergrande ha impagado esta semana tres cupones de tres bonos diferentes que vencían este lunes y que suman 148 millones de dólares. El 29 de septiembre hizo lo mismo con unos intereses de 47,5 millones. Y el primero con el que no cumplió fue el 23 de septiembre por valor de 83,5 millones. 

Por si fuera poco, en los últimos días otras compañías del sector han reconocido estar en apuros. Así, Modern Land ha pedido tres meses de moratoria para abonar 215 millones de euros en dudas. También otras empresas como Sinic o Fantasía también han presentado impagos en los últimos días. 

El máximo responsable del banco central chino ha recordado que la inversión inmobiliaria se ha desplomado tras estos problemas, y ha pedido que no se utilice la compra de viviendas como un estímulo económico a corto plazo. 

Las palabras de Lan han sido interpretadas, según algunos analistas citados por Bloomberg, como "la señal más fuerte de que las autoridades no van a acudir al rescate de Evergrande ni de otros promotores inmobiliarios" que puedan tener problemas.