La futura Ley de Vivienda, que ya ha comenzado su andadura en el Congreso de los Diputados, contempla varias medidas para evitar el incremento del precio del alquiler. Medidas que se pondrían en marcha en las llamadas zonas de mercado tensionadas y que afectarían a los grandes tenedores de vivienda con personalidad jurídica. Es decir, básicamente a entidades financieras y sus filiales inmobiliarias, fondos de inversión y entidades de gestión de activos, entre otros.
“La regulación residencial no es nada nuevo. Por eso, no esperamos un cambio significativo por parte de los principales inversores institucionales. De hecho, con el mercado de alquiler español todavía en una relativa fase temprana, vemos una tendencia hacia una mayor y más amplia inversión a largo plazo”, afirma Simon Wallace.
En una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia, el Global Co-Head de Real Estate Research en DWS destaca que “España seguirá siendo una pieza clave en cualquier estrategia de inversión europea. El mercado español es grande, estable, líquido y cuenta con ciudades de importancia mundial. No creemos que vaya a haber una escasez de oportunidades atractivas futuras”.
Capear el temporal
DWS Group es una gestora con 928.000 millones de euros en activos bajo gestión. Su negocio de inversión inmobiliaria tiene una trayectoria de más de 50 años y cuenta con 76.000 millones de euros en activos gestionados.
Preguntado sobre cómo el alto precio de la energía y de las materias primas puede influir en la decisión de compra de los inversores, Simon Wallace señala que podría ser tanto positivo como negativo.
“Sin duda, hay una mayor incertidumbre en torno a los proyectos en desarrollo. Es probable que la subida de los costes de construcción siga siendo elevada durante un periodo de tiempo prolongado, lo que añade riesgo y retrasos a los proyectos actuales. Sin embargo, esto también es una oportunidad, ya que la menor oferta y los mayores costes derivan en un mayor crecimiento de los alquileres a medio plazo”, explica.
Wallace está convencido de que el mercado inmobiliario español “presenta atractivas oportunidades”. Eso sí, es probable que la invasión de Ucrania ralentice la recuperación económica. “Pero el mercado inmobiliario parece capaz de capear el impacto”, indica.
Evolución por segmentos
Desde su punto de vista, el sector tiende a ser “una especie de cobertura contra una mayor inflación, mientras que los precios parecen relativamente atractivos a pesar del reciente aumento de los tipos de interés. Con un gran peso del capital dirigido al sector, esperamos que la actividad de inversión siga siendo sólida, y que el foco se desplace hacia los core assets ante la nueva incertidumbre”.
Retail y hoteles parecen ser los más vulnerables en el entorno actual, según su opinión. Aunque, eso sí, sostiene que hay que diferenciar por activos dentro de estos segmentos: “Es probable que los supermercados se muestren resistentes y que los hoteles centrados en el turismo tengan un buen año”.
Respecto a la logística, las perspectivas son mixtas: “Con las tasas de desocupación en algunas ubicaciones urbanas alcanzando nuevos mínimos seguimos siendo positivos en ciudades como Barcelona. No obstante, el sector se enfrentará a retos, especialmente porque la subida del combustible y la energía pesan sobre los márgenes de los operadores”.
Las oficinas, por su parte, y en general, parecen más vulnerables en un periodo de menor crecimiento económico. “Aunque los mejores espacios podrían beneficiarse a medio plazo ya que el aumento en los costes de construcción reduce la oferta futura”, explica Simon Wallace.
En el caso del sector residencial, considera que saldrá beneficiado. “Apostamos por los planes residenciales asequibles que han demostrado ser resistentes durante los periodos de estrés, registrando una alta ocupación y una sólida rentabilidad. En adelante, esperamos que haya más movimiento de capital institucional en este sector”.
De cara al futuro, Simon Wallace se muestra optimista sobre las perspectivas a largo plazo en inversión inmobiliaria: “El sector parece bien posicionado, ofreciendo una atractiva rentabilidad y un mayor crecimiento de los alquileres a medio plazo. Pero esto no significa que vaya a ser fácil”.
Por eso, y a modo de conclusión, sostiene que “será importante centrarse en aquellas áreas del mercado que proyecten un nivel de demanda elevado y sostenido. Destacan sectores como el de la vivienda asequible, senior living, logística urbana y la nueva generación de oficinas. En ellos, los factores estructurales deberían contribuir a garantizar un rendimiento superior a largo plazo".