El Ministerio de Sanidad se ha hecho con cinco millones de test rápidos de antígenos del laboratorio Abbott, los denominados Panbio™ COVID-19 Ag Rapid Test Device, los mismos que Isabel Díaz Ayuso comenzó a realizar en Madrid hace unas semanas.
Así queda reflejado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de este sábado 10 de octubre, en el que se indica que la Dirección del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), dependiente del Ministerio de Sanidad, se hizo el pasado 30 de septiembre con estos cinco millones de test en una oferta valorada en 22,5 millones de euros.
Tal y como ya explicaba EL ESPAÑOL, a mediados de septiembre el laboratorio Abbott ya detallaba que estos test son una opción fiable, asequible, portátil y expansible para hacer análisis de la Covid-19. La prueba rápida de antígenos también puede ser una herramienta muy útil para apoyar las estrategias de salud pública, como el rastreo de contactos y los análisis a gran escala de personas que se sospecha que tienen una infección activa, supuesto al que parece haberse acogido la presidenta de la comunidad.
Además de ser test rápidos, con una capacidad de respuesta de entre 15 y 20 minutos, estas pruebas se caracterizan por una elevada sensibilidad a la hora de detectar la enfermedad en casos positivos. En concreto, su sensibilidad es del 93,3% en personas con síntomas.
Es decir, la opción del Ministerio de Sanidad se ha realizado a partir de la efectividad y la rapidez de las pruebas, que no habrían estado disponibles para su adquisición con anterioridad.
El pasado 8 de octubre, la presidenta de la Comunidad de Madrid, ya dejó clara su intención de extender la puesta en marcha de estos test para intentar una detección más rápida y eficaz de posibles positivos. Durante una rueda de prensa, Ayuso solicitó una regulación que permita a la Comunidad llevar los test de antígenos a todas las farmacias de la región.
Sin embargo, instituciones como la Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, Satse, ya ha mostrado su rechazo a esta posibilidad, indicando que la detección del coronavirus debe ser tratada por profesionales sanitarios asistenciales.