El 62% de los españoles se muestra a favor de ser operados por un robot, según un estudio de STADA
BERLÍN, 15 (Del envíado especial de EUROPA PRESS, David Guirao)
El 62 por ciento de los españoles estaría dispuesto a ser operado por un robot siempre que esté bajo supervisión "constante" de un médico, ya que "pueden ser más precisos y fiables que las personas", lo que coloca a España en segundo lugar en Europa solo por detrás de Italia (66%), según recoge el estudio 'Health Report 2019', realizado por la compañía farmacéutica STADA con 18.000 encuestados en nueve países europeos, a los que ha cuestionado sobre sus preocupaciones y conocimiento del futuro de la salud.
El informe, presentado este miércoles en Berlín y elaborado por Kantar Health en Bélgica, Francia, España, Italia, Serbia, Alemania, Polonia, Rusia y Reino Unido, muestra que más de la mitad de los europeos (56%) ya está abierto al planteamiento de cirugía llevada a cabo por un robot con la asistencia de un profesional sanitario, con británicos (50%), alemanes (49%) y serbios (45%) a la cola, donde cala más la idea de que los robots "no pueden sustituir a los médicos" o simplemente que no pondrían su vida "en manos de una máquina".
"Nuestra opinión como empresa es que la privacidad tiene que ser protegida, es muy importante proteger los datos, esto es lo más importante. Cada persona tiene que tener el poder de decisión de la forma en que se utilizan sus datos. La tecnología significa siempre avanzar y desarrollo. Por ejemplo, la automatización lleva a ciertas áreas a mejorar. Necesitamos saber que la tecnología funciona y garantiza la privacidad de los pacientes", ha comentado en declaraciones a los medios el CEO de STADA, Peter Goldschmidt. En esta misma línea, la directora general de la compañía en España, Mar Fábregas, ha señalado que la digitalización será "complementaria" en nuestro sistema sanitario, pero que "aportará mayor información siempre con el control de calidad pertinente".
Según sus hallazgos, al 63 por ciento de los hombres no les importaría ser atendidos por el 'doctor Robot', en comparación con solo el 49 por ciento de las mujeres. A pesar de la brecha de edad, las personas mayores de 50 años (61%) están más abiertas a la cirugía robótica que los menores de 35 años (50%). Así, evidencian que la predisposición a someterse a una operación realizada por una máquina aumenta con la edad. En comparación con Italia, donde la mayoría se sometería a este bisturí mecánico, la población serbia es más cautelosa con estos avances quirúrgicos innovadores (45%).
En relación a la implantación de biosensores para controlar mejor su salud, España lidera este ránking, ya que un 49 por ciento de los españoles se opondría. El 14 por ciento de los españoles asegura que no usaría uno de estos 'chips' porque le preocupa la gestión de sus datos, mientras que un 24 por ciento alega que le "asustaría el procedimiento del implante y las posibles complicaciones".
En suma, la monitorización de la salud por medio de un biosensor parece no convencer mucho a los europeos: únicamente el 38 por ciento estaría dispuesto a permitir que se le implante esta tecnología en el cuerpo. Los alemanes se encuentran entre los más escépticos: el 71 por ciento no se prestaría a colocarse este implante. En todo el continente, los hombres suelen ser menos aprensivos que las mujeres con respecto a estas herramientas de monitorización más invasivas.
A FAVOR DE LAS PRUEBAS GENÉTICAS Y DE SER ATENDIDOS POR 'WEBCAM'
España también se sitúa en primera posición en predisposición a someterse a una prueba genética (90%), aunque apenas el 23 por ciento conoce exactamente qué se puede diagnosticar a través de este test, en línea de la media europea (24%). Las lagunas de conocimiento más importantes con respecto a las pruebas genéticas se observan en Italia, donde solo el 17 por ciento de las personas encuestadas respondieron correctamente; mientras tanto, los británicos se encuentran entre los más informados (28%) sobre este tema.
Siguiendo con la tecnología aplicada a la salud, cuatro de cada diez europeos se muestran receptivas a la hora de utilizar aplicaciones y dispositivos de salud como, por ejemplo, los pulsómetros. Estos asistentes tecnológicos tienen un amplio número de adeptos en España (54%), Italia (50%) y Rusia (45%). Los franceses, los alemanes, los belgas y los serbios solo los usan de vez en cuando, alrededor de menos del 40 por ciento. En su opinión, suponen una pérdida de tiempo y dinero. Asimismo, a los franceses (29%) y los alemanes (26%) les preocupa el posible uso indebido de sus datos. En comparación, el valor medio de todos los europeos se sitúa en el 20 por ciento.
Al contrario de la tendencia en la cirugía robótica, en este apartado cuanto más jóvenes son los encuestados, mejor acogida tienen los productos tecnológicos. Sin embargo, en cuanto a ser atendidos por el médico a través de una 'webcam' o de Internet, nuevamente las personas mayores de 50 años son las más dispuestas que los encuestados de menor edad. Al 54 por ciento de los europeos no le importaría que le tratasen a través de una 'webcam'. Si bien es cierto que los alemanes (49%) y los franceses (51%) muestran un mayor recelo frente a esta práctica, aunque a la zaga se encuentra Bélgica, donde solo un 37 por ciento diría que sí a un tratamiento a través de 'webcam'. España vuelve a estar entre los países con mejores resultados (61%), solo superada por Rusia (69%).
En este sentido, el CEO de la compañía ha valorado positivamente la aplicación tecnológica en el ámbito sanitario. "Si tengo una ayuda como un pequeño chip que puede controlar la presión, o ayudar a los diabéticos, ese es un método fácil para controlar la salud, y así la gente va a tener más ayuda para llevar una vida más sana desde el principio", ha detallado Goldschmidt.
ESPAÑA, A LA CABEZA EN OPTIMISMO Y CONFIANZA EN LA MEDICINA CONVENCIONAL
El informe, como se comprueba en la mayoría de apartados, deja en buen lugar a España en relación a su predisposición a usar tecnologías innovadoras para ayudar a mejorar su salud. Además, esto va acompañado de la mayor aprobación de la medicina convencional en toda Europa: el 76 por ciento de los españoles confirma su convicción acerca de los tratamientos aprobados y realizados por profesionales sanitarios, 12 puntos por encima de la media europea. Apenas un 8 por ciento de los ciudadanos de España muestra cierta desafección en este asunto. Nuestro país también se encuentra entre los países que menos confía en los remedios caseros (22%), y es el que más acude al médico cuando experimenta los primeros síntomas de una enfermedad (38%), en lugar de acudir a estos remedios 'de la abuela'.
España también se encuentra en primera posición con respecto al optimismo hacia el futuro de la salud: hasta el 62 por ciento de los españoles cree que, "gracias al progreso científico", la ciencia será capaz de curar "muchas" enfermedades en el futuro. Esto sitúa a nuestro país 9 puntos porcentuales por encima de la media europea, y 18 más que Francia, 13 más que Alemania o 5 más que Reino Unido. Los optimistas también ganan a los pesimistas en Italia, Rusia, Serbia y el Reino Unido. Los belgas, los alemanes, los polacos y, sobre todo, los franceses, se sitúan al otro lado del espectro y se muestran más escépticos con respecto al futuro de la salud.
Más de un tercio de los franceses ve la situación de manera "bastante pesimista". El 69 por ciento de los franceses que desconfían del futuro de la salud vive en pueblos o pequeñas ciudades de hasta 30.000 habitantes. En cambio, en Europa como conjunto, esta tendencia pesimista solo afecta al 49 por ciento de la población. La edad y el entorno personal desempeñan un papel fundamental: a mayor edad, menor confianza en lo que está por venir. Asimismo, la gente que vive en hogares con varios miembros ve el futuro con mejores ojos que los que hacen solos.