Las empresas tecnológicas y de telecomunicaciones comienzan a mirar con gran preocupación la propagación mundial de coronavirus y su impacto en la producción de componentes y suministros tecnológicos.
De momento, las compañías que operan en España se apresuran en llamar a la calma y a pedir tranquilidad, pese a que gigantes como Apple han anunciado al mercado que reducirán sus ingresos previstos por el parón de fabricas chinas.
No obstante, y ya en privado, estas mismas empresas reconocen que la situación es preocupante y que a pesar de que los suministros están garantizados en estos momentos, aseguran que si las fábricas chinas siguen paralizadas solo tendrán componentes para aproximadamente dos o tres meses.
El problema para el sector tecnológico es que es extremadamente dependiente de las fábricas chinas -muchas de las cuales están cerca de Shenzhen, unos de los epicentro del coronavirus- y que prácticamente no pueden producir ningún tipo de tecnología sin las piezas exportadas desde el país asiático.
Por ello, si se mantienen los parones en el tiempo, podríamos estar ante un grave problema para el sector. "En estos momentos se mantiene la tranquilidad, pero como vaya a más, podríamos estar en problemas", dice un directivo del sector.
Impacto en España
Orange España señaló hace dos semanas que si la epidemia no remite, en tres meses podría haber problemas de suministro. La compañía de telecomunicaciones tienen en marcha un plan de contingencia para que las tiendas tengan stock suficiente de terminales dadas las dificultades de suministro.
Hace dos semanas la operadora era optimista y confiaba en que el virus estuviese controlado y que, de ahora en adelante, comenzase a remitir. Algo similar piensa Telefónica que la semana pasada indicó que están siguiendo "muy de cerca" el impacto del coronavirus en la cadena de suministro.
Oficialmente la operadora habla de "disrupción menor" y en elementos que no son críticos para la oferta comercial de la compañía. En este sentido Telefónica está trabajando ya con proveedores alternativos fuera de China, para que estos problemas puntuales no vayan a más.
Lenovo Iberia admitió este lunes que el coronavirus puede suponer un problema en un futuro para la cadena de suministro, pero han advertido que el fabricante de portátiles tiene más de 30 fábricas en todo el mundo y solo dos cerradas.
El problema es que muchas empresas del sector no tienen esa gran diversificación. El mejor ejemplo es Apple que la semana pasada anunció que no cumplirá con las previsiones de ingresos de 67.000 millones de dólares para este trimestre por la caída de ventas en China, el cierre de tiendas y la paralización de las fábricas chinas donde se ensamblan sus productos.
Empresas afectadas
El pasado 28 de enero, China ordenó el cierre temporada de las fábricas de Foxconn, Pegatron o Samsung en la región. En un principio esta clausura duraría solo unos días, pero ya ha cumplido un mes y sin noticias de que se levante el veto.
También se han cerrado oficinas de Qualcomm, Apple, Microsoft, Google, Samsung o Tesla. Foxconn es el mayor fabricante mundial de componentes electrónicos y el mayor exportador de China que emplea a más de 500.000 trabajadores.
¿Entre los afectados? Gigantes tecnológicos como Sony, Microsoft o Amazon; fabricantes como Huawei o Xiaomi y fabricantes de semiconductores como Qualcomm y Broadcom, solo por nombrar los más relevantes. La industria tecnológica está en serio riesgo y sería una de las primeras en verse gravemente afectada si es que el coronavirus sigue paralizando las fábricas chinas.