Telefónica y Prosegur han anunciado este viernes el cierre de la operación mediante la cual la operadora adquiere el 50% del negocio de alarmas de la compañía de seguridad.
El acuerdo anunciado el pasado mes de septiembre se ha firmado por 305,6 millones de euros con la novedad de que la teleco pagará con acciones, no en efectivo. En concreto, se han entregado 49.545.262 acciones de Telefónica que equivalen al 0,954% del capital.
Esta operación se confirma en momentos en que la acción de Telefónica cotiza en mínimos históricos. Este viernes ha abierto en los 5,5 euros azotada por la crisis del coronavirus que se está llevando por delante a casi todas las cotizadas del mundo y todos los mercados.
De esta manera, a precios de mercado de esta jornada bursátil, las acciones de Prosegur en Telefónica valen 272,5 millones de euros, aunque el potencial de revaloración de la operadora está por encima del 10% según diferentes analistas. A partir de 6,17 euros, la participación de Prosegur estará por encima del precio pactado en la operación.
En cualquier caso, con el fin de articular mecanismos de protección "habituales en este tipo de operaciones", Prosegur se ha comprometido, entre otras obligaciones, a asumir ciertas restricciones sobre la transmisibilidad de las referidas acciones de Telefónica.
Seguridad global
En este contexto, "la presencia de Prosegur en el accionariado de Telefónica refuerza la voluntad de construir una relación estratégica que genere valor para los socios".
"El objetivo de la alianza entre Prosegur y Telefónica es capturar la oportunidad de crecimiento que presenta el mercado de alarmas en España, apoyándose en el gran encaje estratégico y la complementariedad de ambos socios". Por su parte, "Prosegur añade los activos de la operativa propios y un equipo gestor con amplia experiencia en el mercado de la seguridad", dice Telefónica.
Una apuesta que puede parecer sorprendente para una compañía de telecomunicaciones, pero que se entiende dentro de su estrategia de convertirse en un proveedor integral de servicios digitales.
La clave de la adquisición la encontramos en el concepto de seguridad global. Telefónica tiene una de las estructuras más sólidas en seguridad digital y uno de sus objetivos es blindar los hogares de sus clientes, a todos los niveles. También el físico.
En estos momentos, Prosegur es el segundo actor del mercado con unas 200.000 alarmas instaladas y aproximadamente el 10% del mercado. La compañía que ha comprado Telefónica le saca 100.000 alarmas al tercero, Tyco ADT, pero está muy lejos de Securitas Direct, el omnipresente líder con más del 50% del mercado y una estrategia de marketing de máxima visibilidad en medios de comunicación.
Movistar Fusión
Pero Telefónica tiene un as bajo la manga y son sus cinco millones de clientes conectados con Movistar Fusión, es decir con al menos una línea telefónica fija, una móvil y banda ancha, además de televisión en la mayoría de los casos.
La compañía apuesta por un hogar conectado y por el IoT de la mano de su dispositivo Movistar Home y de Aura, un puzle en el que las alarmas del hogar encajan perfectamente para completar el universo de la vivienda de la mano de la tecnología de Telefónica. Una estrategia en la que los datos de los clientes juegan un papel protagonista.
Hablamos de un mercado total de unos 1.000 millones de euros, una cuantía nada desdeñable para Telefónica, cuya cifra de negocio está cercana a los 12.000 millones de euros en España.