El fabricante sueco de redes y equipos de telecomunicaciones Ericsson obtuvo un beneficio neto atribuido de 2.452 millones de coronas suecas (237 millones de euros) en el segundo trimestre de 2020, lo que representa un incremento del 43,8% respecto del mismo periodo de 2019, según ha anunciado la compañía, que ha señalado el "impacto limitado" de la pandemia en su actividad.
"Hasta la fecha ha habido un impacto negativo limitado en las ventas de la pandemia de Covid-19", ha destacado la multinacional escandinava, que incrementó un 1,4% sus ventas netas entre abril y junio, hasta los 55.578 millones de coronas (5.377 millones de euros).
La facturación del negocio de redes aumentó un 1% en el segundo trimestre, mientras que el área de servicios digitales redujo un 5% sus ingresos y el negocio de servicios facturó un 12% menos. Por su parte, los ingresos de los negocios emergentes de Ericsson cayeron un 4%.
De este modo, en los seis primeros meses de 2020 la compañía sueca registró un beneficio neto atribuido de 4.608 millones de coronas (446 millones de euros), lo que supone un aumento del 14,6% en relación al resultado contabilizado en la primera mitad del año pasado, mientras que sus ventas crecieron un 1,5%, hasta 105.328 millones de coronas (10.191 millones de euros).
"A medida que nos preparamos para salir de la crisis de la Covid-19, existe la necesidad de reiniciar las economías y realizar inversiones estratégicas con perspectiva de futuro que pensamos deben incluir la futura infraestructura digital", ha señalado el presidente y consejero delegado de Ericsson, Börje Ekholm.
"Vemos que muchas regiones de todo el mundo aumentan las inversiones en este espacio y, como empresa europea, nos preocupa que Europa se quede atrás", ha advertido, subrayando que el 5G, como infraestructura nacional crítica, será determinante para la competitividad a largo plazo de la economía general y actuará como un estimulante para acelerar el crecimiento económico, atraer futuras inversiones y acelerar la innovación tecnológica.