El Ministerio de Defensa de Corea del Sur ha adjudicado a la empresa de tecnología y consultoría Indra el suministro e implantación de sistemas de vigilancia y gestión de tráfico aéreo para reforzar la seguridad y el control de las operaciones en las principales 11 bases de su Fuerza Aérea.
En un comunicado, Indra señala que se ha adjudicado este proyecto, el primer contrato que le confía la Fuerza Aérea de la República de Corea del Sur (ROKAF), en una licitación internacional en competencia con las principales empresas de defensa y de tráfico aéreo de Estados Unidos y del mundo.
La compañía destaca que los sistemas, que se entregarán a lo largo de cuatro años, ayudarán a gestionar "de forma segura" los movimientos de las aeronaves y reforzarán la eficacia de la Fuerza Aérea en sus misiones. Indra trabajará en este proyecto junto a empresas coreanas con el objetivo de asegurar carga de trabajo a la industria local.
En concreto, la empresa implantará radares primarios en banda S, dotados de múltiples modos de operación, que incorporan contra-contra medidas electrónicas (ECCM, Electronic Counter-Counter Measures) basadas en técnicas de agilidad en frecuencia. Estos sistemas trabajarán de forma combinada con radares secundarios, con capacidad de identificación Amigo-Enemigo, que disponen de distintos modos de interrogación, tanto civiles como militares.
Los datos recogidos por estos equipos se mostrarán en los sistemas de gestión de tráfico aéreo que la compañía implantará en los centros de aproximación y torre de la Fuerza Aérea en cada base.
"Los controladores militares ganarán precisión a la hora de identificar y conocer la posición de cada aeronave y darán un mejor apoyo a los pilotos en las maniobras de aproximación, aterrizaje y despegue", remarca.
La compañía destaca que este contrato consolida la posición de la compañía en el país asiático, después de que en 2018 completase la modernización de los sistemas que hoy en día gestionan y vigilan el tráfico aéreo en Seúl.
Unos años antes, la empresa ya había implantado sus radares en el aeropuerto de la isla de Jejú para reforzar la seguridad de algunas de las rutas con más tráfico del país y del mundo.
Primera recesión en 17 años
El nuevo contrato de Indra coincide con que el producto interior bruto (PIB) de Corea del Sur registró en el segundo trimestre de 2020 una contracción del 3,3% respecto de los tres meses anteriores, cuando había bajado un 1,3%, lo que representa la primera recesión técnica de la economía surcoreana desde 2003, según la estimación adelantada publicada por el Banco de Corea del Sur.
En comparación con el segundo trimestre de 2019, la economía de Corea de Sur experimentó una contracción interanual del 2,9%, indicó el instituto emisor. Entre los meses de abril y junio, el consumo privado registró un crecimiento trimestral del 1,4%, después de haber caído un 6,5% en el primer trimestre, mientras que el consumo gubernamental aumentó un 1%, cuatro décimas menos que en los tres meses anteriores.
Por su parte, la formación bruta de capital fijo retrocedió un 1,1% en el segundo trimestre, después de aumentar un 0,5% entre enero y marzo, incluyendo una bajada del 1,3% de la inversión en la construcción.
Las exportaciones de Corea del Sur sufrieron en el segundo trimestre, como consecuencia de la paralización de las economías internacionales, un desplome del 16,6%, su mayor caída desde 1.963, tras haber bajado un 1,4% en el primer trimestre. Asimismo, las importaciones registraron un retroceso trimestral del 7,4%, después de la contracción del 3,1% en el primer trimestre.