Indra ha renovado su posición como una de las 100 mayores empresas de defensa del mundo y de las 25 más importantes de Europa. La compañía sigue evolucionando para competir con éxito en un mercado cada vez más global, en plena transformación.
Con su cifra de negocio, Indra vuelve a ser la única empresa española que entra en el ranking elaborado por la publicación especializada Defense News. La facturación en defensa y seguridad de Indra ascendió en 2019 a 566 millones de euros, unos 633,5 millones de dólares.
La compañía que preside Fernando Abril-Martorell se prepara ahora para dar un salto hacia adelante y ser uno de los principales competidores del sector en Europa, dada su posición de líder indiscutible de sistemas tecnológicos en la industria de defensa y seguridad en España y el cada vez mayor peso que, precisamente, tienen los sistemas en los grandes proyectos de defensa europeos.
En efecto, la apuesta de la UE por impulsar una Política Común de Seguridad y Defensa y reforzar la base industrial del sector está cambiado las reglas del juego con rapidez. Si el presupuesto de defensa tradicionalmente se encontraba en manos de cada país, ahora la Comisión Europea ha comenzado a financiar proyectos en el sector. Y está aprovechando esta capacidad para fomentar la competitividad y las alianzas. El mercado de Indra es cada vez más Europa y no solo España.
En los últimos meses, ha materializado en España algunos contratos vitales para su futuro, caso del desarrollo de sensores para las futuras fragatas F110 de la Armada y los vehículos de combate 8x8 Dragón para el Ejército.
Futuro Sistema de Combate Aéreo
Y a finales del pasado año, el Gobierno Español le nombró coordinador nacional para el desarrollo del Futuro Sistema de Combate Aéreo (FCAS) europeo, un avión de siguiente generación que volará de forma integrada con varios drones y contará con una nube de combate para interoperar en tiempo real con el resto de plataformas desplegadas en el teatro de operaciones.
Indra se convertía en coordinador junto a la alemana Airbus y la francesa Dassault del que es el mayor y más avanzado programa de defensa que se haya puesto en marcha hasta la fecha en Europa. Una iniciativa que podría movilizar nada menos que 300.000 millones de euros en las próximas décadas.
A medida que se ha ido concretando la participación española, se ha sabido que Indra asumirá el liderazgo de cuatro de los ocho pilares en los que se divide el programa. En tres de ellos será el líder de la participación española (los dos transversales centrados en el Estudio de Concepto del sistema y el de coherencia entre pilares y el pilar tecnológico de desarrollo del Sistema de Sistemas), mientras que en el cuarto pilar, el de desarrollo de sensores, actuará como líder a nivel europeo.
La compañía presidida por Fernando Abril-Martorell asume el papel de contratista principal o Tier 1 en el FCAS, precisamente en un momento en el que los ejércitos se encuentran inmersos en una auténtica transformación digital y en el que la ciberseguridad, el big data o la hiperconectividad ganan cada vez más relevancia, y con ella el peso que el software y sistemas de Indra tienen en el desarrollo de cualquier sistema o plataforma militar.
Fondo Europeo de Defensa
Mientras ocurre todo esto, la empresa ha ido ganando un buen número de los proyectos de defensa que la UE ha puesto en marcha por primera vez en su historia con el nuevo presupuesto del que dispone.
En junio de este mismo año, Indra se convirtió en la empresa que más proyectos lidera dentro de la última convocatoria del programa de la UE para el Desarrollo Industrial del Sector de la Defensa Europeo (Programa EDIDP), asumiendo la coordinación de cuatro iniciativas y participando en otras dos de las 16 que se lanzaron.
A estos proyectos se suman otras dos importantes iniciativas de investigación ganadas por Indra dentro de la conocida como Acción Preparatoria articulada por la Comisión: el proyecto Ocean 2020 de vigilancia marítima y, más recientemente, el de desarrollo de unas antenas multifunción de defensa electrónica para cazas (proyecto CROWN).
Tras superar un primer periodo de pruebas y a partir de 2021, el fondo multiplicará por cinco su volumen hasta alcanzar los 1.250 millones de euros anuales, cifra que se verá complementada además con una inversión equivalente por parte de los Estados miembros.
Esta importante bolsa de inversión irá destinada en todos los casos a proyectos tecnológicamente punteros, que marcarán el futuro del sector. Las compañías que los ganen tendrán una ventaja competitiva decisiva. Indra es la empresa española mejor posicionada para competir por ellos y actuar como empresa tractora de todo el sector industrial.
Alianzas europeas
Europa exige la participación de numerosas empresas y centros de investigación en cada uno de esos proyectos, lo que obliga a los contratistas principales a tejer alianzas más allá de sus fronteras.
Si Indra aspira hoy a codearse con los grandes en Europa es solo posible gracias al intenso trabajo que ha realizado en las últimas décadas y al apoyo ofrecido por el Ministerio de Defensa de España.
Este trabajo ha llevado a Indra a ser hoy el segundo proveedor de sistemas de aviónica del Eurofighter. La compañía ha participado prácticamente en todos los programas multinacionales de defensa impulsado por los países europeo en los últimos 40 años. Es el caso del avión de transporte militar A400M, el helicóptero NH90, el Meteor o el sistema de comunicaciones ESSOR. En el entorno OTAN, ha trabajado en proyectos como el desarrollo del ESSM, FLEPS y ACCS, entre otros.
La capacidad tecnológica y de innovación que ha demostrado en estos proyectos le ha permitido ganarse la confianza del resto de países y empresas del sector. Cada vez tiene más presencia en los programas clave. Hace unos meses, la compañía anunció por ejemplo que aumentaba su participación en el desarrollo de la siguiente versión del radar E-Scan del Eurofighter.
Para llegar hasta aquí y contar con tecnología ‘hecha en España’, que aporta soberanía y autonomía a las Fuerzas Armadas de España, ha sido necesario que las empresas locales asumiesen cada vez más responsabilidad en el desarrollo de sistemas para el Ministerio de Defensa.