Softbank Group ha decidido finalmente cancelar el proceso de venta de la empresa de chips y desarrollo de software ARM Limited a la multinacional Nvidia por importe de 40.000 millones de dólares (35.033 millones de euros al tipo de cambio actual) y está preparando ya la salida a bolsa de la compañía tras el fiasco de esta operación.
En un comunicado conjunto, Softbank y Nvidia señalan que han acordado rescindir el acuerdo al que llegaron en septiembre de 2020 debido a los "importantes desafíos regulatorios" que impedían el cierre de la operación, que iba a convertirse en la mayor de la historia en el sector de los semiconductores. Las compañías indican que no ha sido posible sacar adelante la operación "a pesar de los esfuerzos de buena fe de las partes".
Por este motivo, Softbank anuncia en el mismo comunicado que a partir de ahora iniciará los preparativos para una salida a bolsa de ARM a lo largo del ejercicio fiscal que finalizará el 31 de marzo de 2023. La firma japonesa defiende la relevancia de ARM, cuya tecnología y propiedad intelectual "seguirán estando en el centro de la computación móvil y el desarrollo de la inteligencia artificial (IA)".
"ARM se está convirtiendo en un centro de innovación no solo en la revolución de la computación móvil, sino también en la computación en la nube, la automoción, el Internet de las cosas y el metaverso, y ha entrado en su segunda fase de crecimiento", ha remarcado Masayoshi Son, presidente y consejero delegado de Softbank Group, quien asegura que sacarán a bolsa la compañía a bolsa para aprovechar esta oportunidad.
Según las condiciones que pactaron las dos empresas, tras el fin del acuerdo Softbank Group se quedará con los 1.250 millones de dólares (1.094 millones de euros) pagados por adelantado por Nvidia y que contabilizará como beneficio en el cuarto trimestre de su año fiscal, que concluye el próximo 31 de marzo. Por su parte, Nvidia conservará su licencia de 20 años de duración con ARM.
Rechazo a la operación
El fracaso de la operación era algo con lo que se venía especulando desde hace unas semanas, ya que ha contado con el rechazo tanto de los reguladores como de la industria de los chips, incluidos los propios clientes de ARM. Por ejemplo, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés), solicitó paralizar la compra por el poder que adquiriría Nvidia con esta adquisición.
La agencia añadía que la operación era rechazada incluso dentro del propio sector, ya que un grupo de empresas que incluía a Qualcomm, Microsoft, Intel y Amazon proporcionaron a los reguladores de todo el mundo lo que consideraban munición suficiente para conseguir acabar con el acuerdo.