Luz verde a la compra del negocio de telefonía móvil de la operadora brasileña Oi por parte de Telefónica, Claro y TIM. Las tres compañías han obtenido este miércoles el visto bueno, aunque con condiciones, de la autoridad brasileña de competencia a la operación, la última de las autorizaciones que necesitaban para poder cerrar la adquisición. 

En concreto, el Consejo Administrativo de la Defensa Económica (CADE) de Brasil ha aprobado este miércoles la venta de los activos móviles de Oi a estas tres empresas gracias al voto de calidad de su presidente, después de que se registrara un empate a tres entre los seis miembros del tribunal.

De hecho, los tres primeros votos emitidos fueron en contra de la operación. Entre ellos el de Luis Henrique Braido, consejero instructor del proceso, quien mostró su rechazo a la venta de los activos de Oi a sus tres principales rivales al considerar que crearía un "triopolio" en Brasil, con tres empresas acaparando el 98% del mercado.

Previamente, ya se había opuesto a la operación el representante de la Fiscalía de Brasil en el organismo. En un informe emitido esta semana, que no era vinculante, el fiscal trasladó al tribunal su postura contraria a la operación por el impacto que puede tener en la competencia el hecho de que los tres principales operadores de telefonía móvil del país se hicieran con los activos del cuarto.

Para solventar los riesgos que puedan derivarse de reducir el mercado móvil brasileño de cuatro a tres grandes compañías, el CADE condiciona la operación al cumplimiento de varias medidas que garanticen la libre competencia y la entrada de nuevos operadores

Condiciones a la operación

Según detalla Europa Press, las condiciones propuestas por el CADE antes de la sesión y que deben ser confirmadas se centran en el mercado mayorista, donde los tres compradores garantizarán la compartición de su radio y el alquiler de espectro en las ciudades de menos de 100.000 habitantes a la competencia.

Asimismo, también tendrán que permitir acceso a sus redes mediante acuerdos de 'roaming' o de operador de red virtual móvil, lo que facilitará el acceso a la red a los operadores regionales.

El consorcio compuesto por Telefónica (Vivo), América Móvil (Claro) y Telecom Italia (TIM) se hizo hace algo más de un año con los activos móviles de su rival OI, en concurso de acreedores, por 16.500 millones de reales brasileños (unos 2.743 millones de euros al tipo de cambio actual). 

La operadora española pagará el 33% del montante, aproximadamente unos 920 millones de euros, para quedarse con 10,5 millones de clientes móviles (el 29% del total). También se quedará con 43 MHz de espectro y 2.700 torres, el 19% de los activos de OI. 

Visto bueno de Anatel

La autorización del CADE se produce después de que la semana pasada la Autoridad Nacional de las Telecomunicaciones de Brasil (Anatel) aprobará por unanimidad la operación, aunque impuso algunas condiciones a las compañías compradoras. 

Por ejemplo, entre otras, tendrán que demostrar que no tienen ningún asunto pendiente de resolver en materia fiscal en el país y presentar un plan de comunicación con información sobre distintos aspectos relacionados con la migración de los clientes de Oi.

Asimismo, deberán que establecer una oferta mayorista de roaming nacional para operadores móviles virtuales (OMV), así como elaborar y hacer públicos planes de compromisos voluntarios para un uso efectivo del espectro, todo ello con vistas a facilitar la entrada de nuevos actores en el mercado. 

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