El Tesoro Público ha colocado 7.000 millones de euros en un nuevo bono sindicado a 30 años, con vencimiento el 31 de octubre de 2052. Además, ha recibido una elevada demanda de 60.143 millones de euros, la más alta registrada para este tipo de bono y que triplica la del último bono a 30 años emitido en febrero de 2020.
Se trata de un volumen de demanda muy superior al de las emisiones a este plazo efectuadas en 2018 y 2020 y también mayor que el habitual para las sindicaciones a este plazo. Esta cifra pone de manifiesto el interés de los inversores por la deuda pública española, según han trasladado fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a Europa Press.
Ante esto, y dada la cantidad y calidad de la demanda recibida, se ha decidido aumentar hasta 7.000 millones el volumen a emitir por el bono a 30 años, frente a los 6.000 millones previstos inicialmente, lo que supone la mayor emisión a este plazo realizada por el Tesoro. Para colocar esta nueva emisión, el Tesoro dio el mandato a seis bancos: BBVA, BNP Paribas, Citi, Credit Agricole CIB, Deutsche Bank y Santander.
Vence en 2052
El bono emitido este miércoles vence el 31 de octubre de 2052 y tiene un cupón del 1,90%. La rentabilidad se ha situado en el 1,903%, equivalente a diez puntos básicos por encima de la actual referencia a 30 años --la Obligación del Estado con vencimiento en octubre 2050--.
"El éxito de esta emisión se ha obtenido en un contexto volátil, tras el reciente anuncio del Banco Central Europeo, en línea con la esperada normalización de la política monetaria", ha destacado el Ministerio de Asuntos Económicos.
En lo referente a la demanda, los inversores no residentes han alcanzado una participación del 94,1% de la operación, lo que constituye también un máximo histórico de participación de cuentas internacionales en cualquier emisión del Tesoro.
Alemania, Austria y Suiza
Entre los inversores internacionales destacan Alemania, Austria y Suiza, con un 26,3% del total, Reino Unido e Irlanda con un 22,3%, Francia e Italia, con un 22,1%, y otros inversores europeos con un 12,9%.
Por su parte, los países escandinavos han participado en un 4,6%, mientras que Oriente Medio ha alcanzado el 4%, Asia un 0,7% y Estados Unidos y Canadá un 0,8%. Otros inversores han obtenido un 0,3% de la emisión.
Según explica el Departamento que encabeza Nadia Calviño, la demanda ha estado repartida entre 446 cuentas inversoras, muy diversificadas tanto desde el punto de vista geográfico como por tipología de inversor.
Atendiendo al tipo de inversor, la mayor participación ha correspondido a las gestoras de fondos con un 40,1%, seguidas de las aseguradoras y fondos de pensiones, con un 18%, las tesorerías bancarias, con un 17,2%, y resto de las empresas de servicios bancarios, con un 9,6%. Los bancos centrales e instituciones oficiales han participado con un 4,3%, los fondos apalancados con un 4,8%, y otros inversores han representado un 6%.
La última emisión sindicada a 30 años se celebró el 25 de febrero de 2020, cuando el Tesoro colocó 5.000 millones y la demanda alcanzó casi los 20.000 millones de euros, a pesar de la volatilidad de los mercados por la crisis del coronavirus.
Segunda emisión sindicada de 2022
Esta es la segunda emisión sindicada de 2022, tras la celebrada el pasado 11 de enero en la que el Tesoro colocó 10.000 millones de euros en un nuevo bono sindicado a diez años, con un precio de ocho puntos básicos y con vencimiento el 30 de abril de 2032, para el que recibió una elevada demanda superior a los 63.000 millones de euros.
La nueva emisión sindicada se suma a la subasta ordinaria celebrada este martes de letras a seis y doce meses, en las que el Tesoro ha colocado 5.846,93 millones de euros, cerca del rango máximo previsto, y lo ha hecho cobrando menos a los inversores en ambas referencias.