A pesar de compartir estos principios, Yolanda Díaz ha decidido desmarcarse de esta propuesta y ha recalcado que la postura que vaya a tener el Ejecutivo de España sobre la reforma fiscal será cosa del Ministerio de Hacienda que dirige María Jesús Montero. 

Durante la firma del acuerdo del Gobierno con los sindicatos para subir el salario mínimo interprofesional (SMI) a 1.000 euros, la vicepresidenta segunda se ha mostrado clara. "Vamos a respetar los trabajos que lidera la ministra María Jesús Montero. El Gobierno hablará a través del Ministerio de Hacienda", ha afirmado.

Con todo, Díaz también ha indicado que "Unidas Podemos tiene una posición respetable. El 80% de (los ingresos) por IRPF lo soportan los trabajadores. Hay que aligerar la carga fiscal de los que menos tienen para que los que más tienen aporten más", ha argumentado.

Así, aunque considera que es "respetable" que los partidos tengan sus propias posiciones, la vicepresidenta ha insistido en que respetará lo que digan el conjunto de expertos reunidos por el Ministerio de Hacienda. 

Declaraciones

Díaz ha abordado esta cuestión después del cruce de declaraciones, otro más, que se ha producido entre María Jesús Montero e Ione Belarrra, ministra de Servicios Sociales y Agenda 2030. La responsable de Hacienda ha calificado como "inoportuna" la irrupción de Podemos en este debate. "Quiero decir que en el Gobierno habíamos coincidido en que era importante tener ese informe y lo lógico y razonable era esperar".

Belarra ha replicado a la responsable de Hacienda en un acto en León. "A mí lo que me parece realmente inoportuno es que en nuestro país, en plena recuperación económica, todavía los trabajadores y trabajadoras y las pequeñas y medianas empresas paguen el doble de impuestos que lo que pagan las grandes empresas". 

"Es urgente tomar parte del debate de la reforma fiscal", ha añadido la ministra morado, quien ha recordado que, en el Gobierno de coalición, "los dos socios deben tomar parte de los debates centrales". 

En paralelo, a estas alturas de mes, los expertos de Hacienda tienen que estar dando las últimas pinceladas a la reforma fiscal. Poco se conoce al respecto más allá de que se dibujará sobre un cambio en los tributos verdes, una subida de los tipos fiscales que aplican a los combustibles, una armonización fiscal de los tributos autonómicos (con el foco puesto en Patrimonio y Sucesiones) y una reformulación de los beneficios fiscales, es decir, de las deducciones y los tipos reducidos de determinadas figuras fiscales.